EDITORIAL

Valentía inspiradora

Un drama con nombre y apellido; largas horas, días y meses de lucha física, mental y espiritual; una dura prueba de vida que se multiplica por cientos de casos en Guatemala: el cáncer de mama. Un difícil desafío únicamente aliviado por el amor de los seres queridos y la solidaridad de personas u organizaciones que brindan apoyo a las pacientes de una de las enfermedades de mayor incidencia a nivel nacional y mundial, a cuya prevención se dedica el 19 de octubre de cada año, a fin de crear conciencia sobre la necesidad del autoexamen frecuente y de los diagnósticos preventivos, a fin de atajar cualquier indicio a la brevedad posible.

Junto con el cáncer de cérvix, constituye un flagelo que ha ocasionado numerosos decesos de mujeres, sobre todo debido a complicaciones surgidas a raíz de una detección tardía. En ambos tipos de afección, la educación representa un papel fundamental para eliminar tabúes, desechar prejuicios y relegar patrones machistas que inducen temores infundados y vergüenzas mal entendidas: toda mujer tiene derecho a la salud integral preventiva. Por ello es fundamental la prestación de servicios médicos preventivos que estén al alcance de todos, en costo, distancia y pertinencia cultural.

Es aquí donde se involucra la labor de padres, maestros, líderes religiosos y comunitarios, que constituyan figuras de autoridad y confianza, sobre todo en áreas rurales. Sus llamados a la práctica de hábitos sanitarios preventivos puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de cientos de mujeres.

Así también es justo el encomio a la labor de instituciones estatales, organizaciones no gubernamentales y también empresas que contribuyen de una u otra forma a la lucha por salvar vidas. La Liga Nacional contra el Cáncer, el Instituto de Cancerología, las clínicas ginecológicas y oncológicas en hospitales nacionales desarrollan una noble tarea a diario.

La Fundación Amigos contra el Cáncer, más conocida como Fundecán, efectúa desde el 2010 diversas actividades, como carreras, colectas y venta de suvenires, a fin de recaudar fondos que permitan sufragar los gastos de pacientes de cáncer de escasos recursos. En ese esfuerzo han contado con el decidido apoyo de varias empresas guatemaltecas que crean productos y empaques especiales para resaltar la importancia de esta lucha por salvar vidas.

A final de cuentas, aunque las estadísticas de salud solo reflejen cifras de casos atendidos, cirugías, tasa de sobrevivencia, prevalencia y otros indicadores, detrás de cada número hay historias de madres, hijas, hermanas, tías y abuelas que se enfrentan al cáncer con ejemplar determinación. El gran amor a sus familias las anima en cada quimioterapia, en cada consulta, en cada tratamiento al cual se someten. Su valentía y esperanza son ejemplo. Su fortaleza y decisión son inspiración. En Prensa Libre valoramos profundamente la entereza y profunda ternura que emana de cada sobreviviente de cáncer. Esta semana tuvimos el honor de ofrecer a nuestras audiencias cuatro historias que reflejan matices de un dolor compartido y que tienen en común el llamado insistente y necesario de efectuarse exámenes preventivos.

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