PANÓPTICA

Hasta pronto…

FRANCO MARTÍNEZ-MONT *

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Al mejor estilo propagandístico del exemperador Vespasiano, de manera abrupta e impersonal la semana pasada recibí el siguiente correo electrónico: “Estimado Franco Martínez Mont: Atentamente me dirijo a usted con el propósito de hacer de su conocimiento que debido a la reducción de espacio en la sección de Opinión se ha decidido prescindir de su colaboración semanal. Su última columna será publicada el martes 1 de diciembre. Aprovecho la oportunidad para expresarle mi agradecimiento por su valioso aporte. Cordialmente. Helen Alvizures, jefa administrativa”, (copy-paste de lo que enviaron a otros colegas columnistas), es así como se da por finalizada mi relación con Prensa Libre.

En primer lugar, agradezco a Prensa Libre por brindarme por más de cuatro años el espacio privilegiado en la sección de opinión, donde abordé desde una perspectiva alternativa, crítica y propositiva algunos de los fenómenos de la compleja realidad nacional y esbozos sobre las dinámicas internacionales que influyen de manera determinante en los asuntos del país (siempre se quedaron temas claves en el tintero por la inercia de la coyuntura). Además, por la confianza y la libertad depositada en mi persona, es algo que valoro sobremanera.

En segundo lugar, le doy las gracias a los asiduos lectores, a los ciudadanos que me honraron con leerme, la posibilidad de construir debates, contribuir al diálogo societal, cuestionar imaginarios, disentir con madurez democrática y fundamentalmente aprender de ustedes, quienes en verdad valoran la importancia de las ideas (no importa si somos derechas o izquierdas), pues la riqueza del pluralismo político-ideológico y de los enfoques disciplinarios en el análisis de una problemática hacen que la democracia surrealista en Guatemala tenga respiros de utopía.

En tercer lugar, comprendo perfectamente los aires que están soplando en el ambiente nacional (el rentismo político cooptando las acciones de medios de comunicación), las correlaciones de fuerza que han favorecido la recuperación y enquistamiento de la dominación y hegemonía de ciertas élites empresariales y la censura corporativa siendo más agresiva (los grupos ortodoxos de capital no toleran a los críticos del discurso dominante); las políticas de control social de facciones militares en un gobierno de transacción no de transición, y un gobierno entrante sin brújula técnico-política que a través de sus operadores está limpiando la mesa de los indeseables ante sus inevitables metidas de pata en la cosa pública.

A manera de colofón, me despido queridos lectores reconociendo la imprescindible tarea de hacer efectiva la libertad de prensa, la libertad de expresión y los valores democráticos, es una tarea que nos compete desde el sin poder, a los colectivos y ciudadanos que demandan un periodismo independiente, honrado y digno, tal y como reza el eslogan de Prensa Libre. Sin lugar a dudas, un desafío para todos los sectores/actores, que interpela nuestra corresponsabilidad, ética y sentido de comunidad.

P.D. La importancia de las ideologías radica en la construcción de sujetos para la transformación social.

framont@gmail.com

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