Juez hace temblar a la monarquía española
La ardua tarea del juez José Castro llevará a la infanta Cristina, hermana del rey Felipe VI de España, al banquillo de los acusados por dos delitos fiscales, en un proceso sin precedentes en España, que juzgará un caso de corrupción que sacude los cimientos de la monarquía desde el 2010.
Cristina será juzgada junto a Urdangarin y el exsocio de este, Diego Torres, acusados ambos de haber malversado US$6.5 millones de dinero público, en el marco de un caso que se convirtió en uno de los paradigmas de la corrupción en España y causó indignación en un país hundido por la crisis.
La justicia española sospechaba que Urdangarin, de 46 años y exmedallista olímpico de balonmano convertido en hombre de negocios, podría haber malversado, junto a Torres, US$6.5 millones de dinero público, por medio de una empresa.
La implicación de la infanta contribuyó a socavar la popularidad de la monarquía española, en horas bajas tras haber salido a luz la cacería de elefantes del rey Juan Carlos, en Botsuana, en el 2012, en un momento álgido de la crisis económica en España, lo cual causó tal indignación que el monarca llegó a pedir perdón públicamente, en un gesto sin precedentes.
Desde el momento de su imputación, la infanta fue apartada de las actividades de la casa real. No forma parte de la familia desde la subida al trono de Felipe VI, en junio, quien, según la prensa española, estaría intentando convencerla de que renuncie a sus derechos dinásticos como sexta en la línea de sucesión al trono.
Urdangarin se enfrenta a la petición del fiscal, de 19.5 años de cárcel por malversación de caudales públicos, estafa, prevaricación, falsedad en documento público, falsedad en documento mercantil, fraude a la administración, dos delitos contra la hacienda pública y uno de blanqueo de capitales.
Cristina fue desvinculada de cualquier relación con el caso Noos de su esposo, pero Castro dijo que hay gastos de la pareja en hoteles lujosos, viajes y clases de salsa y merengue, entre otros, facturados a la sociedad mercantil Aizoon, creada en un 50 por ciento por Cristina y su esposo, en el 2003. Aizoon era presuntamente una “sociedad pantalla” que usó ingresos de Noos como gastos personales, cuando en realidad se trataba de dividendos que debían tributarse a la Hacienda.
Este caso ha sido posible por el discreto y determinado trabajo del juez Castro, artífice de una investigación que sentará a la hermana del rey de España en el banquillo de los acusados. Este juez tiene una imagen de trabajador infatigable, aunque también ha sido blanco de duras críticas.
El caso ha dinamitado la imagen de la monarquía en los últimos años. Los analistas coincidieron en que la investigación fue una de las razones que llevaron al rey Juan Carlos a abdicar en su hijo Felipe, en junio de este año.
Sin embargo, los españoles no olvidan que el rey Juan Carlos I fue durante décadas un ícono de la democracia de ese país, ya que tras la dictadura de Franco promovió y alentó la Ley para la Reforma Política, que dio inicio a la transición de ese país hacia la democracia.