PLUMA INVITADA

Los tipógrafos

Todos enraizados con noticias fundidas en plomo, armadura de moldes para esquelas y anuncios, crisoles con plomo líquido, trazos, matrices, cuchillas con barritas de letras, magazines con bronce y carriles de plásticos de latón donde caían las letras, teclados, barras de plomo, sibalets que contenían letras con números regidos por el abecedario, cuadratines para armar cuadros estadísticos y tabla de posiciones, columnas y principio de párrafos, cuñas a presión para ajustar moldes, cajas para hacer tarjetas, invitaciones, formar palabras, líneas; tipo mayor para titulares, rodillos, galeras, armado de pieza por pieza en textos de plomo fundido, máquinas troqueladoras para cortar láminas de plomo y ajustarlas a las galeras, corrección de errores con aplicación de tinta a las galeras levantadas, papel periódico humedecido aplicado a rodillos o piezas de madera golpeadas a puro mazo y máquinas chanle para imprimir textos hechos a mano, etcétera.

Prensa Libre, como otros medios escritos de aquella etapa que no volverá jamás, utilizó este admirable proceso durante tantos años de antaño. Recordamos con cariño a don Juanito Saiden, Abelardo Muñoz, Hugo Chacón, Édgar Ordóñez, Jorge Arturo Martínez, Armando Corzo, Miguel Antonio Hernández, Santiago Hernández y Julio Escoto, así como a los jefes René Gordillo y Rafael Robles, de linotipos; Oswaldo Romero y Oswaldo Alegría, del taller, y Armando Soto, de la rotativa. Como jefe de redacción penetraba por las noches a este centro de trabajo situado en la parte posterior de la antigua casona convertida posteriormente en el actual y moderno edificio. La rotativa tronaba, se sentía un calor humano y escuchaba la alegría, gritos, ánimo, entusiasmo y buen humor de tan noble gente, no obstante que el tiempo avanzaba y hacía temblar a todos por el cierre severo a las 12 de la noche, pues cualquier atraso provocaba el día siguiente severas regañadas de directores y dueños.

El primer periódico del país, Gazeta de Goatemala, durante la época colonial, con igual técnica, surgió en 1729 y fue clausurado en 1816 por orden política-gubernamental, bajo censura y amenaza de cárcel o destierro para periodistas e impresores, cuyo hecho histórico evidencia que siempre han existido tiranos enemigos de la libre emisión del pensamiento.