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Audite usted al Gobierno

Uno de los obstáculos para reducir la corrupción en la administración pública es que la información es tanta que es imposible que una persona o institución pueda estar al tanto de todas las compras que se realizan. Eso hace que la corrupción —tanto la grande pero especialmente la de hormigas— pase desapercibida y, por tanto, muchos funcionarios y sus cómplices externos sigan teniendo los incentivos para robar. Por desgracia para los corruptos, ahora la tecnología nos brinda una nueva herramienta para combatir la corrupción: la posibilidad de que cada uno de nosotros se convierta en un auditor de las compras gubernamentales. ¿Quiere que le cuente cómo funciona?

Una afortunada conjunción de factores nos permite esta posibilidad. La legislación que obliga a todas las instituciones gubernamentales a utilizar la plataforma de Guatecompras. La tecnología móvil que ha permitido que casi todas las personas tengan una computadora muy poderosa en sus manos —literalmente—. El Internet que le faculta a cualquiera, con una conexión de datos, acceder a información a la cual antes era engorroso si no imposible acceder. Las redes sociales que nos permiten compartir información de manera expedita.

Estas tecnologías han hecho que surjan nuevos conceptos como el de crowdsourcing —colaboración abierta distribuida—, que no es más que dividir una tarea muy complicada entre una cantidad muy grande de personas, donde cada uno realiza una parte muy pequeña de esa tarea.

Y ese es el concepto que propongo para reducir la corrupción en las compras gubernamentales: que todos nos involucremos en la fiscalización. ¿Cómo? Usando el crowdsourcing. Cada uno de nosotros tiene conocimiento que es útil para fiscalizar a los gobernantes. Por ejemplo, si usted trabaja en una librería, seguramente sabe cuánto cuesta una resma de papel, una caja de lápices, una engrapadora, etc.

Pues bien, usted puede dedicar un poco de tiempo de su día o semana, para meterse al sitio www.guatecompras.gt y allí puede buscar, por ejemplo, la palabra “resma”. Le saldrá una lista con todas las compras que incluyen resmas de papel. Los primeros resultados generalmente no están terminados, así que tendrá que bajar un poco hasta encontrar las que ya lo estén. Escoja cualquiera y en la siguiente pantalla encontrará quién ganó la compra y por qué monto. Luego siga el link de detalle de las cotizaciones. Allí le aparece una tabla con los participantes y el monto de su oferta. El primer signo raro puede ser que no se haya escogido la oferta más barata. En esa tabla puede ir a ver el detalle de cada una de las propuestas, incluyendo una imagen de la cotización con los precios unitarios, que son los que le servirán para evaluar la compra. Si, por ejemplo, usted sabe que el precio de una resma de papel está entre Q20 y Q25, y la compra está en ese rango, pues probablemente no haya problema. Pero si resulta que las compraron a Q40 o más, de seguro hay gato encerrado. Y así como eso, puede también investigar las compras de las municipalidades.

¿Qué puede hacer si encuentra algo anómalo? Denúncielo. Y allí es donde entran las redes sociales. Haga la denuncia pública: póngala en las páginas del Ministerio Público, de la Contraloría, de algunos diputados que hagan fiscalización y también en las de los medios de comunicación. Probablemente uno solo es poco lo que puede hacer, pero si somos cientos o miles, los corruptos temblarán. ¿Está usted dispuesto a participar?

jj@libertopolis.com

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).

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