Pérez Reverte habla acerca de El Quijote
EL QUIJOTE DEBE ser retomado —dice Pérez Reverte—. Es un libro complejo, difícil de leer, complicado, y requiere una guía. Asusta… Es un cofre lleno de principios capaces de hacer mejor al mundo, en estos tiempos difíciles, de incertidumbre, cuando las redes sociales están consiguiendo mayor coordinación de espíritus libres. Son tiempos de incertidumbre, luchas, conmociones serias. Conceptos como patria, bandera, nación, están sometidas a crítica, pero la patria que no falla es la lengua española. Las academias tienen el papel fundamental para mantener la unidad de la lengua, y El Quijote es la bandera que nos cubre. Habrá movimientos sociales, pero temo que sean los bestias quienes los encabecen, no los hombres sabios.
EL QUIJOTE ES UNA VERsión maravillosa de cómo un hombre puede ser bueno. Con él puedes hablar de ética, moral, amor y odio; todo está allí. Un maestro, con la herramienta adecuada, puede ser quien cambie la sociedad, y El Quijote sirve para eso: nos hace mejores. La ética en El Quijote está en todo el libro. Es un hombre equivocado, loco o se hace, pero bien intencionado. El autor crea un personaje cómico… El autor es muy cruel. No es compasivo, se burla del caballero andante, pero Cervantes era un buen hombre, aunque infortunado y lleno de desilusiones. Hidalgo, admirable, su mayor orgullo fue haber estado en Lepanto. Sin proponérselo, saca todo lo que tiene dentro, su humanidad, orgullo y nobleza se cae gotita en gotita.
LA LECTURA MÁS INTEligente en un mundo cambiante, en mundo cambiando, hace que Cervantes vaya emergiendo, con la dignidad del fracaso, y encarna como nadie la mejor parte del ser humano. Algunos libros quedan atrás, y otros envejecen contigo, es el caso de El Quijote. La mayor parte de veces se fracasa… Forma parte de la vida. No hay forma de eludirlo, aunque puedes prepararte para sobrevivirle y entonces es bueno tener analgésicos… Rendirse porque ya no se tienen cartuchos, tiene dignidad. Lo indigno es rendirse cuando todavía te quedan balas. El mundo actual es tan estúpido, que se olvida de que el fracaso puede existir y existe. Creo que sería posible escribir un Quijote en el siglo XXI. La palabra fracaso define al personaje.
LOS MALOS GANAN SIEMpre, pero se puede hace que al malo le sangre la nariz, que sepa que no es fácil ser malo, y puede ser peligroso serlo. Que sepa el malo que puede no quedar impune. Es posible que vayamos a su casa a buscarlo. Lo peor del mundo no son los malos, sino los cobardes. En mi carrera vi cosas que no hubiera querido ver, pero que me educaron la mirada. Nunca sé lo que tapa la bandera. Pero la dignidad, la lealtad, la amistad, el amor, son las palabras que sobreviven. Aquí termina la presentación de Reverte, cuya franqueza delata al periodista, a quien analiza con serenidad, aunque no por ello sin corazón. Me quedé pensando, y lo comparto ahora: ¿Cuáles de estas últimas palabras son sobrevivientes en Guatemala?
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