A CONTRALUZ

Un tonto útil

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La cooptación del Congreso de la República era lo último que faltaba para que las fuerzas del pasado volvieran a tener el control de los poderes del Estado. Esta vez tuvieron un operador muy activo en el presidente Jimmy Morales quien se dio a la tarea de definir quién sería el próximo presidente del Congreso. El escogido no necesariamente tenía que ser el más brillante o deliberante, al contrario, lo mejor es que fuera el más sumiso, ya que su tarea no es pensar sino dejar pasar lo que imponga la aplanadora de los 37 diputados del oficialista FCN y sus aliados. Esa tarea recayó en el diputado Óscar Chinchilla del microbloque Creo, quien habría sido vendido por el jefe de bancada Carlos Rafael Fión y el líder partidario Roberto González Díaz-Durán, sí el mismo que transó en las elecciones pasadas con Álvaro Arzú.

¿Cuál es la razón de que Chinchilla vaya a dirigir la Junta Directiva del Congreso? Cuando Martín Rodríguez, director del periódico electrónico Nómada, le cuestiona que desde fuera del Congreso no se entiende por qué era importante para él sustituir a un presidente que había llevado una agenda anticorrupción, la respuesta de Chinchilla es de oro: “No era importante para mí, a mí me pusieron” (Véase https://nomada.gt/presidente-del-congreso-a-mi-me-pusieron/). Es de reconocer la honestidad de Chinchilla al decir que él no tomó la decisión, ni hizo campaña para lograr ese cargo, sencillamente va a ser usado por fuerzas retrógradas como el oficialista FCN, incluidos militares procesados por casos de corrupción y de lesa humanidad, diputados con antejuicio, empresarios descontentos por la batida de la SAT y la ultraderecha que quiere sacar del país a la Cicig y al embajador Todd Robinson. Y aparenta tanta ingenuidad que dice desconocer si Ángel González, el rey del monopolio televisivo, soborna a políticos y que él no es quién para juzgar ese proceder. Ajúa.

La reconfiguración de las fuerzas oscuras comenzó con la elección de Silvia Patricia Valdez como presidenta de la Corte Suprema de Justicia, en la cual tiene el soporte de las magistradas Blanca Stalling y Vitalina Orellana para hacer retroceder los avances en materia de justicia y transparencia que se han desarrollado desde el 2015. El presidente Jimmy Morales ha puesto su granote de arena no solo al avalar el arribo de 26 tránsfugas a su inicial bancada de 11 diputados oficialistas, sino que con su activa participación para desbancar a Mario Taracena de la presidencia del Organismo Legislativo. FCN ahora es una cueva de exdiputados de Líder y el PP, y por lo mismo tiene nexos e intereses compartidos con quienes están presos en Mariscal Zavala.

El objetivo principal del presidente Morales es evitar que su hijo José Manuel Morales y su hermano Samuel Morales vayan a prisión por el caso de la factura chafa, pero en el camino tendrá que transar el bloqueo a las reformas al sector justicia para lograr el apoyo de las fuerzas oscurantistas en el Organismo Judicial. Esa es parte de las razones para que ahora el mandatario se embarre en la vieja política para colocarse como el principal obstáculo para que en el país se pueda avanzar en la lucha contra la corrupción y la impunidad. Y si para ello debe utilizar a un diputado anodino como Chinchilla, sin brújula ni norte, no tendrá ningún escrúpulo. Esa es la agenda que está detrás de un tonto útil que no sabía para qué lo pusieron como presidente del Congreso.

@hshetemul

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.