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¿Se debe ajustar el salario mínimo? Y otras preguntas clave sobre próxima decisión

La decisión para fijar el salario mínimo quedará de nuevo por decreto presidencial y el mandatario tendrá estos 15 días para analizar si lo mantiene o ajusta para los trabajadores en 2021.

La variación salarial incide en el nivel de consumo de los trabajadores. Foto: Hemeroteca PL

La variación salarial incide en el nivel de consumo de los trabajadores. Foto: Hemeroteca PL

En un contexto muy atípico y contraído por los efectos del coronavirus, la pérdida de fuentes de trabajo y la reducción de ingresos en los hogares es evidente.

Por otro lado, están los impactos causados por las tormentas Eta e Iota, así como la polarización política que marcó noviembre en la esfera presidencial, en el Congreso y en las jornadas de protestas generalizadas que demandaron la renuncia de funcionarios públicos.

Otro año sin acuerdos

Con el dictamen en el cual se señala que no hubo acuerdo entre el sector empleador y trabajador por la Comisión Nacional de Salario (CNS), se está a la espera de que la Junta Monetaria y el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) presenten sus informes y luego el expediente será remitido al presidente Alejandro Giammattei para fijar la paga mínima en 2021.

Es decir, por no haber acuerdo, la decisión será por decreto presidencial y se deberá conocer antes del 31 de diciembre, ya que cobrará vigencia el 1 de enero.

Se repite el ciclo en el que, al no llegar a un acuerdo entre las partes, el presidente debe decidir.

Las posturas fueron de cero incrementos por parte del sector empleador, y un incremento de Q135 diarios por parte de los representantes del sector trabajador. Por eso la CNS concluye que no hubo consensos en su dictamen.

1. ¿Es el mismo efecto para todos los sectores?

La lectura de la fijación del salario tiene varias interpretaciones. La primera es desde el punto de vista económico, ya que afecta el poder adquisitivo de las personas, la parte social en temas de pobreza, empleo, condiciones de vida.

Por el contrario, en la parte laboral-legal de las empresas, aumentan los costos, y algunas pequeñas y medianas no cuentan con la capacidad para hacer frente un ajuste, que fueron golpeadas directamente por la pandemia por el cierre o reducción de operaciones.

Las empresas del sector de alimentos y bebidas, de salud y aquel rubro considerado como esencial, tiene mejores posibilidades que las demás que se vieron obligadas a cerrar por la pandemia.

La inflación en noviembre se situó en 5.46%, lo que significa que, en promedio, ese es el incremento de los bienes y servicios que impacta tanto a las empresas como a las personas, según el INE, para tener una referencia. Para 2021 se proyecta una inflación en el rango de 3 a 5%.

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2. ¿Es el mecanismo ideal para llegar a consensos?

Estuardo Paganini, abogado laboralista y socio de la firma Deloitte, comentó que la CNS es un organismo técnico y consultivo de las comisiones paritarias, conformado de manera tripartita, es decir, con representantes del sector empleador, trabajadores y del gobierno, y las comisiones paritarias se conforman de la misma forma.

“Esta conformación conlleva a que no existan acuerdos entre las partes en relación con la fijación del salario mínimo”, puntualizó, al exponer porque no se alcanzan los consensos.

Luis Linares López, exministro de Trabajo y analista de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes), recordó que la fijación de la paga mínima es una competencia de la autoridad del Estado, y lo que hay es un proceso de consulta, que se establece en el Convenio 131 del salario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y lo que establece el Código de Trabajo y las comisiones paritarias.

“Es un proceso de consulta en el cual se pide opinión a los involucrados, pero en cualquier proceso la consulta es realizarlo de buena fe y después la autoridad que considere conveniente. Si el mecanismo de consulta da como resultado un consenso, qué bueno, pero si no, la autoridad deberá tomar la decisión”, añadió Linares López.

3. ¿Se limita la discusión a una cifra?

Para Guido Ricci, integrante de la comisión laboral del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), el diálogo en esas comisiones se limita a una cifra y normalmente las posiciones están muy distanciadas, con lo cual la discusión pierde contenido.

La preocupación de los trabajadores es lograr un incremento para los asalariados del sector formal que ganan el salario mínimo, que al final de cuentas son un porcentaje reducido de la Población Económicamente Activa (PEA).

Comentó que para el sector empleador la discusión debería ser más amplia y considerar que una decisión sobre este aspecto, necesariamente tiene un impacto en la creación de nuevas plazas de trabajo; es decir, debe considerarse no solo a quienes ya gozan de un empleo formal sino también a quienes aspirar a tenerlo, esto es, los jóvenes que entran al mercado de trabajo cada año y a los trabajadores de la informalidad.

Ricci expone que el mecanismo ciertamente podría mejorar, en tanto se permita una discusión más amplia en el sentido indicado; que se busque implementar una política de empleo de la cual un componente sea la política salarial.

Linares López asegura que es el espacio ideal para tratar de la fijación del salario y cambiar el procedimiento no es necesario, ya que solo es un procedimiento de consulta.

4. ¿La discusión técnica se vuelve política?

Los consultados coinciden en que, sin hacer cambios a la normativa, se deben lograr los acuerdos en este foro, al preguntar sobre cuál debería ser la ruta para la fijación.

“Los aspectos técnicos que actualmente se establecen consideramos que son los correctos, el aspecto que se debe revisar es el componente político y las condiciones económicas que actualmente existen”, subrayó Paganini.

El abogado Ricci manifestó que debería ser un instrumento que concilie los intereses ya referidos sobre creación de nuevas plazas de trabajo formal, que permita proyectar salarios en el mediano plazo y que atienda las necesidad y realidades de las distintas regiones del país.

Aunque el tema se desarrolla en un ámbito técnico con las comisiones paritarias, la presentación de los estudios técnicos por varias instituciones la discusión al final es política por parte del presidente al no haber acuerdos.

“Es así, porque la ley hoy asigna esa facultad del presidente de la República; ello no quiere decir que deba seguir siendo así siempre. De llegar a modificarse la ley, ese debe ser uno de los aspectos a considerarse. Es decir, el mecanismo ideal debería acercarse lo más posible a una decisión técnica”, enfatizó Ricci.

Paganini, dijo: “Es técnica porque está basada en parámetros estadísticos y científicos, y política ya que corresponde al presidente de forma discrecional decidir sobre el incremento al salario mínimo basado en las circunstancias sociales, económicas y políticas del país”.

5. ¿Es recomendable ajustar el salario este año?

Los profesionales no quisieron adelantar qué decisión podría adoptar el presidente en los siguientes 15 días: en el sentido de si ajusta el salario o lo deja igual los valores vigentes.

“No me atrevo a vaticinar; lo que sí puedo manifestar es mi opinión y lo hago en el sentido que luego de las dificultades que está viviendo la mayor parte de los sectores de la economía, en donde las empresas luchan por sobrevivir a la crisis de la covid-19, un incremento salarial vendría a ocasionar más desempleo; no parece conveniente para los trabajadores, las empresas y el país en general”, indicó Ricci.

El representante de la firma Deloitte precisó: “Consideramos que la prioridad debe ser mantener los puestos de trabajo, implementar políticas de generación de empleo y como sugerencia, no debiera incrementarse el salario mínimo en todas aquellas actividades o industrias que fueron afectadas por la pandemia”.

Linares López dijo que para el siguiente ejercicio no es recomendable hacer un ajuste al salario mínimo, por la situación de las empresas que están complicadas, salvo aquellas que estuvieron operando en medio de la pandemia. “Se debe mantener a los trabajadores el mismo ingreso y por no aumentar su capacidad adquisitiva y no equiparar la inflación, el compromiso del Gobierno debe velar por que las empresas paguen el salario mínimo vigente”, aseveró el analista de Asíes.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.