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Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán buscan poner fin a conflicto de más de cien años

Hablar sobre la situación de Nahualá e Ixtahuacán es abordar la importancia de los vínculos y características que unen a estos dos municipios de Sololá, como los lazos familiares y relaciones sociales.

Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán

Los habitantes de los caseríos afectados por el añejo conflicto territorial entre Santa Catarina Ixtahuacán y Nahualá por fin pueden ver la luz al final del túnel. Sus esperanzas están puestas en las mesas de diálogo de alto nivel que encabeza el vicepresidente Guillermo Castillo y que pretenden encontrar el camino hacia la paz en la región.

Castillo señaló que han hecho un trabajo exhaustivo junto a su gabinete para lograr construir el proceso de paz en los dos municipios. ¿Cuánto durará? “El tiempo que tenga que durar, así sea hasta fin de año, para que la solución sea sostenible y duradera”, afirmó.

“Es un asunto histórico que viene de la época de Justo Rufino Barrios y ha provocado la muerte de muchas personas a causa de estas discordias. Otros han salido heridos. Decirte que en tres semanas se resolverá es irresponsable, porque es un tema complicado de años y tampoco se puede apresurar la solución”, dijo el vicegobernante.

Los habitantes de Nahualá e Ixtahuacán son de la etnia k’iche´, tienen los mismos orígenes, hablan el mismo idioma y comparten cientos de años de historia, pero el conflicto que los mantiene enfrentados desde hace varias décadas se ha cobrado la vida de decenas de pobladores, afectando sus siembras y labores.

Los dos municipios tienen parte alta y bocacosta en un mismo territorio, pero la mayoría de conflictos se registran en el altiplano y ha dejado daños colaterales en al menos 10 caseríos de Nahualá y de forma principal en la cabecera de Ixtahuacán, según explicaron las autoridades.

El litigio entre ambos pueblos es histórico porque incidió la reorganización territorial municipal, que afectó a muchas comunidades a finales del siglo XVIII y principios del XIX, además lo agudizó el deseo de Nahualá de ser independiente de Ixtahuacán y estas situaciones mantuvieron la conflictividad.

El 11 de junio último, vecinos de los dos poblados se enfrentaron y mantuvieron bloqueada la cumbre de Alaska por unas horas mientras se encontraban bajo estado de Sitio instaurado por el gobierno de Alejandro Giammattei para resolver el conflicto.

Además, en dos ocasiones y en menos de un año —casi a finales del gobierno de Jimmy Morales e inicios del de Giammattei—, ambos municipios recibieron la visita del Ejército y de la Policía Nacional Civil (PNC) porque estuvieron bajo estado de Sitio durante dos meses, en cada ocasión.

Diego Vásquez Monterroso, arqueólogo, antropólogo e investigador del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales de la Universidad Rafael Landívar, considera que la solución que encuentren las autoridades junto a los pobladores de los municipios debe ser duradera, porque existe el riesgo de que en un futuro exploten de nuevo los enfrentamientos.

Con cada alcalde se sostuvo comunicación telefónica para que expusieran sus puntos de vista sobre las negociaciones actuales y su perspectiva sobre la resolución definitiva del conflicto que los ha mantenido divididos desde hace más de un siglo.

Estos son extractos de las entrevistas.

Entrevista Manuel Guarchaj Tzep, alcalde de Nahualá: “Sí está representado mi municipio”

Manuel Guarchaj Tzep, alcalde de Nahualá, relató cómo viven los pobladores el proceso de diálogo para que el Estado delimite las tierras en litigio. El jefe edil ve con optimismo el desarrollo de la mesa técnica y espera que las autoridades de los dos municipios comprendan la situación y respeten los derechos de posesión para que no haya más daños colaterales a causa del conflicto.

—¿Qué ha significado para el municipio este conflicto?

—Es muy duro. Pachipac, Patzité, Palaquix, Tambrizab, Palaquix Coquyib, Palaquix Loma y Palaquiz Guchiaquib son los caseríos que están muy afectados con sus siembras, porque colindan con Ixtahuacán y no han podido sembrar. Esto les afecta su economía. También las canteras de piedra de moler fueron afectadas, porque solo ahí encuentran esas piedras, pero no tienen el derecho de posesión y no pueden ingresar.

—¿Cuál es el origen del problema?

—Según Santa Catarina Nahualá, no tiene derecho a las tierras, pero si vamos a lo legal, sí tienen derecho porque las fincas son copropiedad. Además, los nacimientos de agua han sido parte del conflicto, porque los destruyen, pero ahora no lo han hecho.

—¿Cuántas personas han fallecido por el conflicto?

—Según los datos, podrían ser 12 y varios heridos. Entre las víctimas hay niños que han sido alcanzados por las balas perdidas. Es muy duro para el municipio.

—¿Los conflictos se dan en todo el municipio o en zonas específicas?

—No, en las comunidades que colindan con Ixtahuacán. En la bocacosta no ocurre ningún incidente. La población que está en conflicto podría ser un dos por ciento.

—¿Este proceso le dará paz definitiva al municipio?

—Es histórico. Esperamos en Dios y la buena voluntad de ellos —autoridades— para buscarle una solución definitiva a esta indiferencia territorial. Mi punto de vista como alcalde municipal es que, desde que se instaló la mesa técnica muy sofisticada nos están dando los lineamientos y vamos por un buen camino. Esperamos la resolución por parte del Estado cuando se termine todo el estudio técnico y los análisis de los dos municipios para llegar a un común acuerdo.

—¿A qué estudios se refiere?

—Según información que nos han dado de la Comisión de Diálogo, es que el Registro de Información Catastral (RIC) y el Instituto Geográfico Nacional (IGN) harán estudios para establecer los límites en la finca El Alto.

—¿Cómo está integrada la mesa de diálogo?

—Cuando ellos –las autoridades— decidieron conformar la mesa para firmar el convenio dejaron a 10 delegados, tres de la corporación municipal, cinco de la Comisión de Tierra del municipio, uno de los poseedores de los terrenos en diálogo, un representante de los pastores y como observador quedó el párroco de nuestro municipio. Hay tres suplentes, en caso de que no pudiera asistir algún delegado principal. Como autoridades queremos que miembros de la sociedad integren la mesa para que informen a la sociedad cómo se está llevando el proceso.

—¿Qué características unen a los municipios?

—Muchas costumbres. Hasta en la feria titular celebramos lo mismo. Somos iguales en nuestra identidad como municipio indígena. Se ve a simple vista que somos hermanos, pero lamentablemente hay personas que no piensan así, sino que en la violencia, y eso nos lleva al conflicto.

—¿Cómo vive el municipio este proceso?

—Yo agradezco a Dios y la población también porque ya casi tres meses de lo que sucedió el 11 de junio –nuevo enfrentamiento, bajo estado de Sitio— y no ha habido nada. Agradezco al señor presidente y al ministro de Gobernación por darnos la comitiva de fuerzas de seguridad para controlar las áreas rojas, así se conocen los caseríos que están muy cerca de Santa Catarina Ixtahuacán. Me imagino que ha habido provocación de ambos municipios, pero gracias a Dios no se ha alargado. Además, se ha respetado esa mesa técnica porque nadie es superior a la Ley. No podemos resolver esta indiferencia con muertes, solo con diálogo.

—Antes de que se reactivara el conflicto hubo tiempo de paz. ¿Cómo lo vivieron?

—Después de la firma del Marco Acuerdo de 1999 entre Nahualá e Ixtahuacán, cuando subió el asentamiento de Nueva Santa Catarina, veníamos en paz, hasta finales de enero de 2019, cuando Santa Catarina vino de noche e hizo un mojón entre los dos municipios. Ahí empezó el disgusto, sobre todo de Nahualá, porque siempre ha respetado y no ha abusado de los acuerdos que se han hecho.

—¿Cuál es el clima que se vivió antes del proceso de diálogo?

—Según la historia que he leído, sé que somos hermanos. Lo que queremos es la paz y en eso vamos a trabajar. Tuvimos un año muy conflictivo, y en abril, a inicios de mi año de gobierno, se agudizó, hasta llegar a finales de mayo, cuando el Gobierno decidió poner el estado de Sitio, porque casi todas las tardes se escuchaban balaceras entre los pobladores. Después del estado de Sitio dormimos en paz. Las comunidades de Xolcajá I y Xolcajá II fueron dañadas, los pobladores dejaron sus casas, alquilaron o se fueron a vivir con familiares, y regresaron por la presencia militar. Se está recobrando la confianza, pero siempre le pido a Dios y a las autoridades que nos apoyen para la seguridad ciudadana porque es triste y lamentable cuando la gente entra en pánico al escuchar los disparos. No ha habido enfrentamientos; esperamos seguir así, porque busca la paz y no la violencia.

***

Entrevista Pascual Tambriz Tzep, alcalde de Santa Catarina Ixtahuacán: “Este proceso tiene un mejor avance”

Pascual Tambriz Tzep, quien ha sido alcalde de Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá, durante diferentes períodos, explicó que los pobladores afectados por el conflicto territorial esperan que el Gobierno solucione la disputa territorial.  El día que concedió la entrevista a Prensa Libre recién salía de una reunión con la mesa de diálogo y afirmó que se sentía convencido de los avances que tienen en la construcción de paz entre los dos municipios. El jefe edil cree posible que en un futuro los vecinos afectados tendrán sus límites establecidos para retomar sus actividades diarias con tranquilidad.

—¿Cómo le fue en la reunión?

—Nosotros, como alcalde municipal, Concejo y población, vemos un avance. No lo llevamos al cien por ciento, pero sí un 50, y va a mejorar.

—¿El conflicto entre los pobladores también se debe a nacimientos de agua?

—No es así. Los problemas del agua son, por ejemplo, que hay dos hermanos y comparten una casa, pero se genera discusión por quién usa primero los nacimientos de agua, porque además están en lugares que aún no tienen establecidos sus límites territoriales.

—¿Los conflictos se dan en zonas específicas o en todo el municipio?

—No, los conflictos se dan solo en la cabecera.

—¿Es diferente este proceso comparado con otros iniciados para negociar la paz?

—Este proceso tiene un mejor avance porque, aunque se oiga mal, estamos hablando con el señor vicepresidente. Estamos agarrados de su mano y no de una rama o un palo. Para nosotros, en el nombre de Dios va bien su desarrollo. Esta comisión es buena, no es como la del año pasado, como la del gobierno de Jimmy Morales, que solo casacas vinieron a decirnos.

—¿Considera que este proceso le traerá paz definitiva al municipio?

—Estamos tratando de lograrlo con el señor vicepresidente –Guillermo Castillo— y con Arnoldo Noriega, asesor presidencial, para que se termine de una vez este problema. En ese proceso estamos, porque aún se tiene que hacer trabajo de campo y en 15 días se hará la medición de los lugares que se acordó.

—¿Qué involucramiento tienen los vecinos del municipio en el proceso?

—En Santa Catarina Ixtahuacán hay un grupo de personas que integra la mesa, están identificados como la Comisión de Tierra y otro grupo denominado como Comisión de Títulos y Escrituras. El vicepresidente tomó a tres de cada grupo y nosotros somos cuatro de la municipalidad, mi persona, el síndico I, síndico II y el concejal I. El vicepresidente eligió solo a 10 personas en la mesa de negociación. Ellos están desenvolviendo un papel muy importante porque conocen cada esquina del límite territorial. Además, hoy el Ministerio de Agricultura, que está integrado en la mesa técnica, dio su punto de vista y a nosotros, como pueblo de Santa Catarina Ixtahuacán, nos pareció bien porque son neutrales. Están trabajando para que logremos una solución completa.

—¿Cuál es el ambiente que viven los pobladores durante este proceso?

—Desde que terminó el estado de Sitio no hemos tenido ningún conflicto. Primero Dios sigue así con paz y tranquilidad.

—¿Cómo se sienten los vecinos con esta paz?

—Hay muchas personas, como el 70 por ciento, que están muy agradecidas porque se detuvo el conflicto, porque hay paz. Pero también hay un 30 por ciento de los pobladores que habla muy mal, ellos consideran que no hay apoyo. Es algo normal, siempre existe ese tipo de reacción.

Antes de que se reactivara el conflicto hubo tiempos de tranquilidad. En el 2000 yo fui alcalde y hubo pequeñas discusiones siempre en esos lugares, pero terminé mi período y me regresé a mi pueblo. Del 2004 al 2015 no hubo problema, hubo paz. Yo volví a ganar en 2016 y hubo paz en los años siguientes. Sin embargo, en 2019 iniciaron otra vez, porque coincidió con el tiempo electoral, hubo como un complot, pero volví a ganar. Si los pobladores quieren que se delimiten sus terrenos los voy a apoyar, ahora si quieren conflicto no los voy a apoyar. Por eso nosotros hablamos hasta con el presidente para que se logre este acuerdo. A las personas les dicen algo y les entra en la cabeza que es cierto, como si fuera fácil, y no es así, es duro.

—¿Qué características unen a los municipios?

—Mucho, si hasta se han casado parejas, son personas que viven en estos municipios, uno en Nahualá y otro en Ixtahuacán. Eran los mismos padres, los mismos abuelos. Si investigamos los apellidos, los mismos que están en Nahualá también están en Santa Catarina, como Tambriz, Guarchaj y otros. Se casaron entre primos. Hablamos k’iche’. Hoy en la mañana le dije a mi piloto que no entendía por qué no lo dividieron desde un principio, porque este terreno es grande, hay barrancas, planos, una gran cantidad de caballerías. No entiendo por qué dejaron así los municipios, por qué no lo dividieron al inicio, como todos los demás municipios. Aquí con nosotros lo dejaron todo muy mal y feo.

—¿Tiene conocimiento de cuántas personas han muerto durante los enfrentamientos?

—No, yo no he ido a ver. Es delicada esa situación. Esa información la tiene la Comisión de Tierra, ellos son quienes están peleando por tierras, Sí, hay fallecidos, pero yo no tengo conocimiento. Hay aquí en Santa Catarina Ixtahuacán y en Nahualá.

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