La serie de estudios que la empresa ProDatos ha efectuado sobre las actitudes y el comportamiento de los guatemaltecos hacia el coronavirus refleja que la aprobación a la gestión gubernamental ha caído poco a poco desde marzo pasado cuando el 83% de los encuestados consideraba que Giammattei hacía un buen trabajo.
Hoy, el 36% afirma que que está “poco” o “nada” de acuerdo con el manejo de la pandemia que ha hecho Giammattei, y solo 18% aún está “algo de acuerdo”.
Grupos demográficos
Aunque entre hombres y mujeres prácticamente no hay diferencia, estas sí resaltan cuando se habla de grupos etarios y de niveles socioeconómicos.
De esa cuenta, mientras la gestión gubernamental aún es un tanto popular entre la población de 55 años o más —65%—, son las personas de entre 25 y 34 años las que menos la aprueban —45%—.
Las diferencias se acentúan cuando se hacen las comparaciones por nivel socioeconómico, puesto que, mientras que en los niveles medio y bajo Giammattei se aproxima al 50% de aprobación, cuando se habla del alto esta cae vertiginosamente hasta 10%.
El haber relajado las restricciones es la principal razón que los entrevistados plantean para no darle una mejor calificación a Giammattei respecto del manejo de la crisis.
Otras razones de peso por las cuales se ha reducido la popularidad del mandatario cuando se habla de la pandemia son el hecho de que las cifras son inconsistentes o los datos no son creíbles —15%—. El 12% considera que Giammattei ha tomado “malas decisiones”, y un porcentaje igual justifica su bajo puntaje al “robo o corrupción”.
Mientras que un porcentaje menor también mencionó dentro de las causas el que se “deja llevar por la presión”, o bien que “no ha apoyado” a los hospitales o al sistema de Salud en general.
Libera medidas
El estudio de ProDatos se efectuó del 4 al 6 de agosto, es decir, que para esa fecha ya había transcurrido más de una semana desde que el mandatario había ordenado la reapertura gradual de las actividades económicas del país, que desde entonces se rige a través de un sistema de control y alertas que marca por colores las fases de apertura y las restricciones.
No obstante, justo el último día en que se efectuó la medición, Giammattei ofreció unas declaraciones un tanto polémicas, por medio de las cuales parecía que se quitaba la responsabilidad del control de la pandemia y se la trasladaba a los ciudadanos, al afirmar: “Hoy sí, —la responsabilidad de controlar la enfermedad— ya es problema de la gente”.
Era de esperarse
Analistas atribuyen el descenso de la aprobación a la gestión gubernamental a una diversidad de factores; por ejemplo, el que se trató de una pandemia que vino a desnudar las precarias condiciones del sistema de salud guatemalteco y las dificultades que existen para ejecutar los presupuestos.
La crítica también pasa por el colocar a personas con poco conocimiento de la administración pública en puestos clave para atender la emergencia, y también a que el mandatario ha tenido muchas “incoherencias” y “contradicciones” en sus mensajes.
“Existe esa debilidad en la comunicación, y un ciudadano al ver eso, de alguna manera le da desconfianza”, apuntó el investigador Fernando Ixpanel, de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales (Asíes).
Otro de los factores que generan desconfianza es la lenta ejecución del presupuesto, sobre todo, después de que el Congreso los aprobó desde hace ya varios meses. Además, el hecho de que ahora cada municipio es responsable de lograr la reapertura económica, pero las condiciones del sistema primario de salud son precarias.
En todo el mundo
Para el antropólogo Julio Valdez, la desaprobación a los gobiernos en medio de la pandemia es algo que ha ocurrido en todos los países del mundo con regímenes democráticos y con un sistema presidencialista, en los que se suele culpar de todos los males al mandatario; por lo cual, al percibir los problemas económicos, la población rechaza la gestión gubernamental.
“La gente rechaza las medidas que el Gobierno ha impuesto porque esto ha repercutido en su estabilidad económica, afirmó Valdez. “Percibimos la crisis no por la cantidad de enfermos que hay, sino porque no puedo pagar mis cuentas”, agregó.