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Tu granola mañanera está por mejorar

Una galleta de desayuno se supone que debe ser saludable y sustanciosa, algo para llenar un estómago vacío y no un dulce placentero para seducir a uno lleno.

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Tu granola mañanera está por mejorar

La cereza le da un sabor dulzón y una consistencia chiclosa. Estilista de alimentos: Simon Andrews. Foto: David Malosh/The New York Times

Yo jamás me opondría a comer una galleta normal para desayunar. Pero siempre he sentido que comer de postre una galleta que es de desayuno me deprime.

Pero luego compré unas galletas de desayuno en Frenchette Bakery en Nueva York y me di cuenta de que estaba muy equivocada.

Decididamente no son delicadas, las galletas eran del tamaño de un disco, escarpadas por la avena y las semillas, salpicadas de coco y chiclosas por las cerezas secas. El centro era blando y flexible, pero los bordes estaban deliciosamente crujientes e incluso se volvían un poco mantecosos, lo que es muy raro en un confite de este tipo.

Llenadora sin ser pesada, la primera estuvo perfecta para el desayuno, cuando la ensopé en mi té. Luego estuve dándole mordidas a otra toda la tarde y finalmente me la acabé después de cenar; fue un postre no demasiado dulce parecido a las galletas de avena con pasas, pero con un profundo sabor a almendra por la crema de nueces que se incorporó a la masa.

Y, si eran un poco más saludables que nuestros postres usuales, pues qué mejor para mí y mi familia. Tener una provisión en casa me pareció algo muy inteligente.

Así que le escribí a la panadería para pedirles la receta, que fue una colaboración entre Michelle Palazzo, la chef pastelera, y Peter Edris, el panadero principal.

Resultó que era libre de gluten y sumamente adaptable. Puedes tomar la fórmula básica y jugar con ella, sustituir las pasas por cerezas o la crema de cacahuate por mantequilla de almendras, me dijo Edris.

“Es muy parecida a la granola”, explicó. “A veces, en la mañana, cuando las galletas salen del horno, las desmorono sobre la leche y como cereal me las como”.

Puesto que me encantaron las galletas así como estaban no le moví mucho a la receta. Mi único cambio fue comprimir la masa en un molde rectangular de 22 centímetros para hacer barritas. Fue un poco más fácil que formar cada galleta, y me gustó la textura más suave que adquirieron. Las barritas además permanecen frescas un poco más de tiempo, hasta una semana y no solo unos días.

Tu granola mañanera está por mejorar
En lugar de galletas, se pueden hacer barras. Estilista de alimentos: Simon Andrews. Foto: David Malosh/The New York Times

Pero bueno, como es tan fácil andarlas comiendo desde que te despiertas hasta que te duermes, quizá esté de más el tiempo que puedan almacenarse.

Barritas de desayuno con avena y coco

Rinde: 18 barras

Tiempo total de preparación 1 hora, más el enfriamiento y al menos 6 horas de refrigeración

Ingredientes:

3/4 de taza/180 mililitros de mantequilla de almendras suave, a temperatura ambiente

1/2 taza/100 gramos de azúcar

1/3 de taza/73 gramos de azúcar moreno claro

3 cucharadas de mantequilla sin sal, ablandada, más para engrasar

1 huevo grande, batido, a temperatura ambiente

1 clara de huevo, a temperatura ambiente

1/2 cucharadita de sal marina fina

1/2 cucharadita de pasta de vainilla o 2 cucharaditas de extracto de vainilla

1 2/3 tazas/146 gramos de hojuelas de avena

3/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio

1/3 de taza/28 gramos de hojuelas de coco sin azúcar

1/4 de taza/37 gramos de cerezas secas (u otra fruta seca blanda y gorda)

3 cucharadas de semillas de amapola

2 cucharadas de semillas de girasol sin cáscara

1 1/2 cucharadas de semillas de linaza

1 1/2 cucharadas de semillas de ajonjolí

Preparación:

1. En el tazón de una batidora de pedestal equipada con el accesorio de la pala, o con una batidora de mano y un tazón grande, bate la mantequilla de almendras, el azúcar granulado y el azúcar moreno, y la mantequilla a velocidad media hasta que esté ligera y esponjosa, alrededor de 4 a 5 minutos. Añade el huevo, la clara de huevo, la sal y la vainilla, y mezcla hasta que todo se incorpore bien, raspando de vez en cuando los lados y el fondo del recipiente, aproximadamente 1 minuto más.

2. Pon la avena en un tazón pequeño, tamiza el bicarbonato de sodio sobre ella y luego bate esto con la mezcla de mantequilla de almendras. Con la batidora a velocidad baja, incorpora las hojuelas de coco, las cerezas y las semillas hasta que estén bien mezcladas. Cubre el tazón con un trozo de papel plástico de manera que quede presionado directamente contra la superficie de la masa y refrigera durante al menos 6 horas y hasta 2 días. (Esto permite que la avena se hidrate).

3. Calienta el horno a 176 grados Celsius. Engrasa ligeramente un molde cuadrado de metal de 22 centímetros con mantequilla y fórralo con papel vegetal, de manera que cuelguen unos 5 centímetros por los dos lados del molde y que sirvan de asas más adelante. Engrasa también el papel vegetal.

4. Coloca la masa en el molde preparado. Engrasa ligeramente una espátula grande y presiona con firmeza la mezcla en el molde hasta formar una capa uniforme. Hornea hasta que la superficie esté un poco dorada y firme, de 25 a 30 minutos.

5. Pasa el molde a una rejilla y deja que la galleta se enfríe completamente en la bandeja. Una vez que se haya enfriado, usa un cuchillo de mantequilla o una espátula pequeña para cortar a lo largo de los bordes interiores del molde y que se suelte la galleta. Con el papel vegetal que sobresale, saca la galleta del molde y colócala en una tabla de cortar. Parte en 18 barras. Guárdalas a temperatura ambiente en un recipiente hermético hasta 5 días.

Tu granola mañanera está por mejorar
Ya sea en forma de barras o de galletas, son exquisitas. Estilista de alimentos: Simon Andrews. Foto: David Malosh/The New York Times

Consejos: Para hacerlas en forma de galletas en lugar de barritas, pon medidas de 1/4 de taza de la masa en bandejas para galletas forradas con papel vegetal y hornea hasta que se doren los bordes, de 10 a 15 minutos.