2. Los sembradores de alegría son “aquellos que saben ver que, aunque la tormenta se acerca y parece que se convertirá en un diluvio, todo queda después en un simple aguacero” y cumplen en sus vidas con uno de los grandes pensamientos del filósofo Blas Pascal: “Estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable serlo”.
3. “El buen humor y las actitudes positivas pueden ‘contagiarse’ de una persona a otra. La gente optimista ‘contagia’ su actitud a quienes la rodean, como demuestran los grandes oradores, que movilizan mucho a la gente que los escucha, transmitiéndole un ánimo positivo y una visión del ‘lado bueno’ de las cosas”.
4″Hay que ver lo que ocurre y cómo resolverlo, poniendo la mayoría de la atención en las soluciones. Para los optimistas, los inconvenientes son un reto. Aceptan lo que ha surgido y se plantean cómo solucionarlo. Ante los reveses, buscan una ilusión que les dé fuerzas y la forma de salir del atolladero”.
5. “Para fomentar la alegría y el entusiasmo hay que cultivarlo”.