Además de la armonía mental, los otros pilares para mejorar nuestra salud, son la nutrición y el ejercicio físico.Según el médico Federico Ristori, de ComMálaga, el paciente estresado por la crisis “puede presentar hipertensión, insomnio, irritabilidad y malos hábitos alimenticios”.
Estas crisis pueden afectar a la salud con molestias digestivas, dolores de cabeza, cuello y espalda, ansiedad, angustia, cansancio, y un cuadro de estrés, que puede afectar el sistema cardiovascular, al digestivo y al de sueño-vigilia, y causar una depresión.
Para paliar estos problemas se aconseja favorecer los lazos familiares y las amistades compartiendo actividades que generen bienestar, y practicar la llamada descompresión relajante, consistente en realizar dos inspiraciones profundas por la nariz y dos expiraciones largas por la boca, varias veces, con una sonrisa y pensamientos positivos.
Según estos expertos, para mantener una alimentación adecuada ante la crisis se aconseja seguir la “Regla 5-5-5”: ingerir cinco comidas al día, intercalando dos tentempiés entre las tres comidas principales; tomar cinco piezas o raciones de frutas y verduras a diario, por sus efectos antioxidantes; e incluir cinco colores distintos en los platos, lo cual garantiza el equilibrio de los nutrientes necesarios para nuestro organismo.
Para mantener un estado de salud idóneo, también se recomienda ejercitarse durante al menos media hora diaria, preferiblemente en contacto con la naturaleza y ejecutando tres clases diferentes de ejercicios (aeróbicos para el corazón, de fortalecimiento muscular y de elasticidad para mejorar la calidad de vida y disminuir los dolores) y eso si, también indican que es muy recomendable descansar al menos ocho horas al día.