Revista D

Guardianes de la cultura

Guatemala es el país con mayor número de museos en la región.

Museo Casa Mima, miembro de la Asociación de Museos de Guatemala (Foto: Archivo)

Museo Casa Mima, miembro de la Asociación de Museos de Guatemala (Foto: Archivo)

La riqueza del patrimonio cultural guatemalteco abarca una extensa gama de bienes y valores paleontológicos, arqueológicos, históricos y artísticos de distintas épocas. La diversidad de estos tesoros ha permitido que su resguardo y exhibición se multiplique a través de la expansión de distintos museos. El primero se inauguró hace más de 200 años.

“Seguro son más de cien”, coinciden Roberto Brol, tesorero de la Asociación de Museos de Guatemala, y Miguel Álvarez, director de Museos y Centros Culturales del Ministerio de Cultura y Deportes. Brol refiere que aunque no podemos compararnos con México en donde fácilmente pueden haber mil museos, asegura que a nivel centroamericano el país es el que más tiene en la región.

La Asociación de Museos de Guatemala y Comité Nacional ICOM —Consejo Internacional de Museos— (AMG-ICOM) es una entidad civil, no lucrativa que agrupa a los museos nacionales –privados u oficiales— que deseen ser miembros. Su página web, recién actualizada, cuenta con 25, cada uno con una ficha informativa, aunque también incluye a 23 instituciones que no pertenecen a la red, de estos solo hay información básica. Entre estos, 11 están a cargo de la Dirección de Museos y Centros Culturales del Ministerio de Cultura y Deportes.

Pero hay muchos más. No están contabilizadas las distintas salas que albergan tesoros en los sitios mayas, o muchas otras que han surgido en la provincia, ya que se carece de un registro oficial y la mayoría no cuenta con servicios de calidad.

Una amplia definición

La Red Guatemalteca de Museos (Redguatemus) define un museo como la institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y abierta al público que adquiere, conserva, estudia, expone y difunde el patrimonio material e inmaterial de la humanidad con fines de estudio, educación y recreación.

La AMG los clasifica según su patrimonio. De manera que en un primer grupo están los bienes arqueológicos, naturales y coloniales. En un segundo grupo, los bienes de tipo industrial e histórico y en un tercero los tesoros etnográficos y religiosos.

Con el tiempo también han surgido criterios más amplios de la definición original, lo cual abarca las casas-museo, por ejemplo, Casa Mima, los de ciencia y tecnología, los de arte moderno y más recientemente, galerías, centros culturales y otras exhibiciones.

Se amplió el concepto de incorporar acuarios, jardines botánicos, galerías de arte“, explica Susana Campins, presidenta de AMG, una idea de ICOM París, siempre y cuando no tenga un criterio estrictamente comercial. Es el caso de Galería El Attico, por ejemplo, que además tiene un centro de documentación. “Museos se abren a cada rato, por eso se debe ser riguroso, pues hoy día he visto el museo de las muñecas, de la abuelita u otros que resultan ser virtuales”, refiere Campins. De modo que se necesita mayor control, de lo contrario, son exhibiciones hechizas.

Entre los requisitos de apertura está el tener una exhibición, una museografía, una colección auténtica y representativa, comenta Campins. Aunque Brol también cuestiona si el crear este tipo de espacios sea un buen síntoma para generar mayor interés.
Álvarez comparte que hay novedades en tres museos. El más cercano es la apertura del regional del mundo maya en Tayasal, Petén; el cual estima se inaugurará en octubre o noviembre. En la ciudad colonial está por abrirse el Museo de Santiago de los Caballeros, en el Palacio Real, que contará con un centro de información, y por último, el de Historia, en la zona 1 capitalina, que tiene el apoyo de la fundación G&T.

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