Revista D

Mariposas todo el año

El llamado Conservatorio de Mariposas de Miami —Jardín Botánico Fairchild— abrió sus puertas en diciembre del 2012 para dar hogar a entre 2 mil y 3 mil mariposas de más de 40 variedades, cuyo hábitat natural son los bosques tropicales de Centroamérica, Sudamérica y el sureste asiático.

eSTE MARIPOSARIO ES uno de los pocos en el mundo que está abierto todo el año.

eSTE MARIPOSARIO ES uno de los pocos en el mundo que está abierto todo el año.

Dentro de una estructura arquitectónica moderna, un manto de robles de más de 50 años de antigüedad alberga senderos de plantas tropicales que dan hogar a mariposas, colibríes, palmeras y orquídeas, que son ya sello del Jardín Botánico.

Por el clima subtropical de Miami, este conservatorio es de los pocos en el mundo que está abierto todo el año.

“El Jardín Botánico Fairchild compra las mariposas en forma de crisálidas, que provienen de granjas que las crían de manera sostenible”, resalta la bióloga Gabriela Orihuela, responsable de la oficina de Marketing y Comunicaciones del Fairchild.

La bióloga destaca que, por regulaciones del Departamento de Agricultura de EE. UU., este conservatorio no puede liberar, ni intencional ni accidentalmente, las especies que alberga porque pueden potencialmente atacar la agricultura o las plantas nativas.

Por ello, este lugar tiene en las vías de acceso sistemas de aire y de dobles puertas para evitar que las mariposas escapen.

El conservatorio comparte espacio con la Villa Científica, un centro de investigación de las diversas especies de lepidópteros —mariposas y polillas— que cuenta con laboratorios de alta tecnología.

El recinto incluye un laboratorio de metamorfosis de mariposas que los visitantes pueden observar desde unos ventanales en los que se exponen las crisálidas de mariposas y polillas.

El Fairchild apoya la educación científica y en su Villa alberga también laboratorios para la conservación de plantas tropicales como orquídeas o palmeras; de ADN para estudios de conservación y biodiversidad y uno de macrofotografía, que permite a los científicos de todo el mundo estudiar on line —en línea— las especies al mínimo detalle.

Dos veces al día el personal del conservatorio libera las nuevas mariposas, como parte de un programa del jardín botánico de interacción con sus visitantes.

Cuentan con especies como la morpho, que es de un azul brillante, pero cuando cierra las alas tiene el mismo color de una hoja seca, así desaparece y reduce las posibilidades de ser predada por otro animales”, refiere Orihuela.

Entre las especies que libremente vuelan en las instalaciones del conservatorio están las Heliconius —oriundas de Centro Sudamérica—; la búho, que tiene un ojo en sus alas para ahuyentar a los depredadores; o la Idea —en inglés, conocida como Paper Kite, cometa de papel—.

Asimismo, la más popular que es la morpho azul, pero también la más rara de encontrar en una exhibición que es la morpho blanca.

Orihuela destaca que si bien es cierto, los lepidópteros han desarrollado en cada etapa de su vida mecanismos para defenderse de predadores naturales como aves, lagartijas, serpientes, monos insectívoros o murciélagos. “El mayor peligro es el hombre, por la colecta indiscriminada y el deterioro del hábitat provocado por la reducción de los bosques tropicales, la tala y la contaminación”, agrega.

El Jardín Botánico celebra en el 2013 sus 75 años de fundación desde que el doctor David Fairchild creara este espacio, tras haber trabajado con el Departamento de Agricultura de EE. UU. como el primer explorador de plantas tropicales, una misión que lo llevó a diversos países en busca de especies comerciales para la agricultura como la soya y el mango.