Eran las 11.48 horas cuando Saldívar, en una habitación de un hotel de la ciudad de Corpus Christi, accionó su revólver Taurus, calibre .38, y le disparó un proyectil de cabeza hueca, conocidos como los “mata policías”, por el efecto tan devastador que causan, indica el sitio univision.com, sobre las últimas horas de la artista. Minutos antes las mujeres habían discutido, puesto que Saldívar había sido despedida hace poco y Selena quería recuperar sus estados financieros.
Herida, la cantante comenzó a huir de la habitación. Gritaba para pedir ayuda. Saldívar, por su parte, se recluyó en su camioneta GMC roja, atentando con dispararse.
Cuando Selena llegó al hospital Corpus Christi’s Memorial, estaba “clínicamente muerta”, según reconoció tiempo más tarde el cardiólogo Louis Elkins, encargado de evaluar su caso. Un disparo a quemarropa le destrozó la parte derecha del torso e hizo que se desangrara.
9 años consecutivos fue nombrada artista femenino del año por los Tejano Music Awards.
Al abrir el pecho de la cantante para aplicar medicamentos directamente a su corazón,”el órgano estaba azul y sin sangre. Un corazón normal luce como un puño, de un rosado brillante o rojo. Estaba vacío porque se desangró”, indicó Elkins.
Casi siete meses más tarde, el lunes 23 de octubre, un jurado compuesto por seis hombres e igual cantidad de mujeres, declaró culpable de asesinato a Saldívar. El 26 de octubre de 1995, el juez Westergren, en Houston, Texas, la condenó a cadena perpetua y estipuló que solo podrá solicitar el beneficio de libertad condicional cuando cumpla 30 años de pena, en el 2025.
Más de 20 años de aquel crimen, la asesina convicta continúa encerrada en la unidad de mujeres de Mountain View, en Gatesville, Texas, donde tendrá que esperar ocho años más para poder ser elegible para solicitar la libertad condicional.