Román expuso que el 16 de enero del año 378 d. C. Tikal fue conquistada por Teotihuacán. Pese a que estos sitios estaban separados por más de 1 mil Km, esta última se aliaba con otras ciudades conquistadas en su camino hacia las tierras bajas mayas para que les proveyeran de alimentos o espías, para luego llegar hasta su destino.
Entre estas ciudades afiliadas estaban Xalasco, Ahuitzotl, Matacapan y Palenque, donde se han encontrado vestigios, cerámica y entierros, con influencia teotihuacana. En sitios como Naachtún o Perú-Waka hay estelas donde se representa la conquista de Tikal.
El arqueólogo indicó que el interés de Teotihuacán en Tikal era no era solo para fines comerciales de pieles, plumas o conchas, sino para ampliar su hegemonía en la región.
El rey teotihuacano Sihiay K’ahk’, de nombre maya, pero con vestidura teotihuacana fue un conquistador del centro de México que llegó hasta Tikal.
Según investigaciones de Román, evidencias de la conquista de Tikal por Teotihuacán se encuentran en estelas y arquitectura de Uaxactún, Holmul y El Zotz. En este último, la arquitectura se transformó y pasó a ser más ostentosa y compleja, después de la llegada de Sihiay K’ahk’, en el 378 d. C. También, se comienza a reproducir la utilización de entierros incinerados, como se hacía en Teotihuacán.
En Teotihuacan se han encontrado representaciones con imágenes mayas, como los murales de Tetitla, donde aparecen personajes que podrían haber sido embajadores de Tikal, o los de la Plaza de las Columnas, en el centro, en donde se observa iconografía del simbolismo maya.
También, en la Pirámide de la Luna, en esa ciudad, se hallaron entierros, que datan del año 530 d. C. de personas sepultadas con jade, al estilo de los mayas.
La arqueóloga Matilde Ivic expuso sobre los conceptos y procesos de enfermedad y sanación en Mesoamérica, donde presentó los resultados de un estudio profundo realizado por científicos suizos en Guatemala sobre los sanadores mayas.
Ivic refirió que para los mayas las enfermedades se originaban de las emociones y del entorno de la persona, por eso, en la actualidad, la población maya aún continúa consultando a guías espirituales o ajq’ijab’ para que les ayude a encontrar los desequilibrios de padecimientos. Por ello existen especialistas como sobadores, comadronas, herbolarios o hueseros -tratan fracturas-.
Durante su conferencia, Ivic mostró figurillas con representaciones de enfermedades que supone que serían para uso de consultas domésticas o como testimonio de la causa de muerte de las personas.
También explicó que en el cuerpo, para los mayas, existen tres fuerzas animistas: k’u’x, el corazón; uxla’, aliento, y natub’, sombra de humanos. Cuando estas fuerzas se desequilibran, es cuando se producen las enfermedades.
La arqueóloga refirió que a través de los sacrificios, los antiguos habitantes de Mesoamérica lograron determinar cómo funcionaba el cuerpo humano, conocimiento que les permitió tratar enfermedades.
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