La superficie está formada por 14 secciones de 490 metros cuadrados de fieltro, que fueron integradas a mano, para evocar la luna salpicada de manchas y llena de cráteres.
Lowe creó estos efectos mediante un proceso laborioso en el que utilizó pinzas, pinceles y una técnica con peine. La iluminación también aporta una atmósfera cósmica, al arrojar sombras etéreas de neón azul y morado sobre su superficie.
un poco de todo
Un burro que lee sobre una montaña de libros, una armazón hecha de bicicletas o una vaca que amamanta a una multitud de homínidos son algunos de los elementos vanguardistas en los que su simbolismo permite captar la inmersión de los artistas en una vorágine de sentimientos intensos, pensamientos heterogéneos, quejas y pretensiones.
Así es el arte, alimentado por la realidad transformada por arquetipos fabulosos.