Miuccia Prada dio el tono con una colección enérgica y depurada en la que se mezclan lo deportivo y el street art. La diseñadora combina las piezas de un guardarropa clásico con accesorios del mundo deportivo, como las rodilleras o los anchos sujetadores de las atletas, cubiertos de lentejuelas y exhibidos sobre el abrigo o la ropa.
Fendi se inspiró en el constructivismo y bajo una aparente simplicidad, los vestidos sin botones ni costuras visibles escondían construcciones en una gama de intensos colores.
Karl Lagerfeld deslumbró una vez más por su maestría en la búsqueda de volúmenes y texturas, al jugar con los efectos de relieve, geometrías abstractas y brillos en sorprendentes vestidos plisados en plástico.
El estilista de Costume National, Ennio Capasa, elaboró una colección muy arquitectónica, en blanco y negro, para celebrar su retorno a las pasarelas milanesas, después de haber desfilado durante más de 20 años en París.