El bustier, que deja desnudos los hombros, se anuncia como la vestimenta más original del próximo verano. Todo es fluido y evanescente en la colección de Emporio Armani, un vestuario de inspiración acuarimántima que recurre a azules y verdes acuáticos, grises claros, rosados y morados de tonos tiernos y delicados.
Giorgio Armani talla con brío elegantes y sinuosos pantalones de un blanco inmaculado o un negro-azul marino. Chaquetas y pequeños tapados se adhieren al cuerpo con suavidad por encima de amplios pantalones con pinzas.
La misma atmósfera aérea y vaporosa se percibe en la colección de Veronica Etro con sus amplios vestidos de seda que envuelven las piernas de las modelos y desnudan la espalda.
Vestidos pañuelo, faldas amplias, pañuelos grandes, pantalones piyama, chalecos sueltos y vestidos de seda constituyen un vestuario confortable en el que todas las vestimentas tienen amplios bolsillos laterales.
En las telas redundan los motivos florales, cada prenda lleva el suyo, en base a una paleta de colores: menta, amarillo ácido, cobalto, glicina, coral, melocotón. Los estampados florales también inspiraron a Antoni Marras que decora elegantes trajes con mariposas y rosas surgidos de los herbarios de antaño.
Flores y mariposas dan vida también a la colección Azulmarino, bordadas en chaquetas blancas de Saint Gall o incrustadas en vestidos de macramé y tops transparentes color carne. Flores bordadas decoran un largo vestido de muselina vaporosa.
Fiel a su tradición, la casa Versace expresa su imagen rock con conjuntos de jean azul nocturno con costuras de remaches. Los pantalones y los mini-short van adheridos a las curvas del cuerpo y los tailleurs de cuero colorido estrechan las formas.
En otro modelo, las caderas llevan cadenas sobre piel desnuda. Cadenas sonajeras bordean un escote o reposan sobre los hombros como breteles y en un traje nocturno una fina malla dibuja y marca la silueta.