El cerebro humano, al percibir los estímulos por medio de todos los receptores situados a lo largo de todo nuestro cuerpo, mediante los sistemas sensoriales o sentidos —tacto, vista, audición, gusto, olfato, vestibular y propioceptivo—, debe llevar el impulso nervioso hasta el cerebro para ser procesado. “Si existe algún tipo de disfunción o pobre integración sensorial, entonces es cuando se puede observar el Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH), trastorno generalizado del desarrollo, hasta trastornos del espectro autista. Además, está comprobado que una pobre comunicación entre los dos hemisferios cerebrales puede causar también problemas de aprendizaje, de atención o de conducta, entre otros”, añade Fajardo.
Cada uno de los hemisferios cerebrales controla ciertas habilidades del ser humano. Si un niño presenta debilidad en el hemisferio izquierdo, probablemente tendrá problemas de pensamiento, cognición y académicos. Si la debilidad está en el hemisferio derecho, los síntomas más recurrentes serán problemas sociales, falta de empatía, retraimiento, falta de coordinación motora y otros.
Tratamiento
La terapia neurosensorial puede ayudar a mejorar la comunicación a nivel sensorial y cerebral, pues se incluye actividades de terapia ocupacional, integración sensorial y balance cerebral.