Pero los deportistas no están solos en esto. Sus entrenadores pueden brindarles todo su apoyo, experiencia y responsabilidad.
Como mi colega, el Dr. Kent Bradley, lo define: el entrenamiento reconoce que cada persona tiene un punto de partida propio y especial, así como una meta personal. De este modo, si nos enfocamos en sus puntos fuertes, podemos ayudarlas a alcanzar su objetivo particular.
Entrenar para lograr una meta particular de acondicionamiento físico requiere mucho más que únicamente ofrecer un plan de entrenamiento. Un buen entrenamiento implica conocerse, respetar los propios sentimientos, y encontrar la manera de inspirar confianza. Los siguientes consejos le ayudarán a impulsar el rendimiento.
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Dominar el arte de la comunicación. Ser claro y directo, y mantener comunicación constante con su entrenador. Conocerse permitirá crear un plan sólido de alimentación, acondicionamiento físico y manejo de emociones.
Aprender a escuchar. Preguntar para comprender mejor sus metas y deseos.
Ser transparente. Con base en sus evaluaciones, preguntar dónde se encuentra y lo que conlleva acercarse a su meta.
Crear un plan simple y claro. El plan debe ser holístico; debe incluir entrenamiento físico, expectativas de nutrición y un plan de desarrollo emocional.
Establecer un compromiso de responsabilidad. Tener métricas y objetivos puede potenciar su naturaleza competitiva para así dar lo mejor.
Actualizar constantemente su plan de entrenamiento. Redefinir y revaluar su plan cada semana conforme a las métricas y comentarios del entrenador.
Premiar y celebrar los pequeños logros en el camino. El reconocimiento motiva a las personas a trabajar duro y a ser constantes.
La importancia del trabajo en equipo
Aunque el entrenamiento es esencial para el éxito de un deportista, también lo es el trabajar en equipo y para ello debemos tomar en cuenta lo siguiente:
Valores. Honestidad, lealtad, compromiso, veracidad y positivismo. Produce normas de conducta.
Creencias. La filosofía del equipo se construye con creencias y cuando todas las aceptan, se genera un ambiente positivo.
Metas. El trabajo en equipo implica el esfuerzo de todos para alcanzar las metas personales y en común.
Actitudes. Nuestra forma de pensar, sentir y comportarnos puede influir en el trabajo en equipo.
Liderazgo. El poder de la influencia es real, por lo que la adaptación del equipo y un líder que es servicial ayuda a adoptar valores, creencias, metas, y actitudes para crear una cultura y ambientes positivos.
Trabajo
Samantha Clayton, Vicepresidenta, Rendimiento Deportivo y Educación Física Mundial, Herbalife Nutrition
Ser deportista es un trabajo de 24 horas.