Salud y Familia

¿Cómo demostramos amor a nuestros hijos de edad preescolar?

La primera demostración de amor y aceptación es que los niños se sientan cuidados y protegidos.

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¿Cómo demostramos amor a nuestros hijos de edad preescolar?

La primera demostración de amor y aceptación es que se sientan cuidados y protegidos. Foto Prensa Libre: Pixabay

Cada hijo llega al mundo con unas posibilidades, es decir con un “haber”. Trae una vida, unas cualidades innatas biológicas y espirituales: cualidades que podrá desarrollar a lo largo de su existencia.

Es una realidad que los bebés desde que nacen necesitan la ayuda de sus padres, ya que para alcanzar su plenitud necesitan un modelo, no pueden desarrollarse solos.

Desde las primeras horas de nacidos se da a los hijos manifestaciones de amor filial y esta noble tarea no es transferible a otra persona aduciendo falta de tiempo o preparación.  Este es el momento de asumir amar y donarse a los hijos. El ser humano está llamado a vivir en el amor; esto significa que el amor es selección y elección de otro, con todo lo que esto lleva consigo, la inteligencia y voluntad, de conocer y querer.

La primera demostración de amor y aceptación es que se sientan cuidados y protegidos, que cuentan con sus padres, quienes los aceptan y están interesados en acompañarlos.

El acompañamiento consiste en estar allí y más aún, saber estar para ellos, en irles enseñando a vivir la vida, afrontando lo que les toca vivir en cada etapa.

Atenderlos siempre, hasta para decir que no se les concederán sus gustos y caprichos. Esto permite que los padres conozcan a sus hijos y viceversa, lo cual ayuda a conocer las cualidades que se tienen, así como las áreas de mejora. Para ello los padres enseñarán a los hijos con el ejemplo y consejo.

Deben convivir con ellos teniendo como objetivo disfrutar juntos, así irán adquiriendo una personalidad propia y segura, manifestando siempre alegría de vivir.

 Algunos consejos para mejorar la atención a los hijos son:

  • Ponerles atención
  • Conocer y aceptar las limitaciones y fortalezas de los hijos, cada uno es diferente.
  • Luego de conocerlos, querer lo que se conoce, para que se sientan aceptados.
  • Ser sinceros y así reconocer y aceptar que los hijos son como son y no como los padres quisieran que fueran. Los planes de mejora siempre se harán con mucho amor, reconociendo hasta dónde pueden los hijos.
  • Compartir y escuchar. La escucha de lo que dicen les dirá que son queridos y que interesa lo que piensan y sienten.
  • Dar amor, dedicación y tolerancia, invertir en ellos como un tesoro.
  • Atenderlos, aunque eso implique renuncia y sacrificio.
  • El amor es bienhechor y la paciencia es imprescindible en la manifestación de cariño hacia los hijos. Se debe tener presente que los niños son niños y no se les puede exigir que razonen como adultos, que se comporten como seres maduros y/o que comprendan los razonamientos como los mayores.
  • Otorgarles los mejores afectos para que puedan compartir sus alegrías y preocupaciones. Un pequeño detalle de los padres alegrará el corazón de los hijos, ya que revela interés por sus pequeñas o grandes preocupaciones, que saben entenderlos cuando lo necesitan.
Carol de Enríquez, directora Colegio APDE La Villa

Ocuparse de ellos

Carol de Enríquez, directora Colegio APDE La Villa

El primer paso es interesarse por los hijos, ocupándose de ellos.

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