Salud y Familia

Corona de Adviento 2023: qué se reza cuando se enciende la vela del cuarto domingo

El cuarto domingo de Adviento se enciende la última vela de la corona y se hace un rezo especial, como símbolo de la preparación para el nacimiento del niño Jesús.

Rezo de cuarto domingo de adviento

El cuarto domingo de Adviento se enciende la última vela de la corona. (Foto Prensa Libre: Nubia Navarro (nubikini) en pexels.com).

La corona de Adviento es símbolo de la preparación para el nacimiento del niño Jesús y su forma redonda representa el amor infinito. Está formada por cuatro velas, las cuales se encienden cada domingo previo a la Navidad.

Cuando se enciende una vela, se hace un rezo específico y se acompaña con cantos. Lo ideal es hacer esta actividad en familia y colocar la corona en un lugar especial de la casa.

Este 24 de diciembre corresponde la vela de color blanco o la última morada, según sea su corona. Previo a iniciar el rezo es importante que las tres velas anteriores estén encendidas. Luego, en el momento indicado, se uno de los participantes encenderá la cuarta vela.

De acuerdo con el Arzobispado de Guatemala, el rezo que se lleva a cabo el cuarto domingo de Adviento es símbolo de que la espera del nacimiento del niño Jesús está por terminar y que el Señor está cada vez más cerca de traer la paz y alegría al mundo.

Qué se reza el cuarto domingo de Adviento

Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Guía: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

Todos: Que hizo el cielo y la tierra.

Guía: Alegrémonos porque el Señor está cerca de nosotros y viene a traernos la salvación. La espera llega a su fin, por eso hoy encenderemos la cuarta y última velada de nuestra corona. Que este símbolo nos recuerde la proximidad de la venida del Señor Jesús. ¡Dios hecho niño viene a reconciliar los corazones y estamos alegres! ¡Crece la esperanza! Iniciemos la oración de esta semana cantando Morada de la luz. (U otro canto apropiado).

Canto recomendado:

Coro: Celebremos unidos a la Virgen María, porque estábamos ciegos y nos dio a luz el día, porque estábamos tristes y nos dio la alegría.

  1. Mujer tan silenciosa y encumbrada, ahora más que el sol, recibes en tu vientre al mismo Dios, al que es tu Creador.
  2. Lo que Eva en una tarde misteriosa buscando nos perdió, Tú, Madre, lo devuelves florecido en fruto salvador.
  3. Tu que eres bella puerta del Rey sumo, Morada de la luz, la puerta nos abriste de los cielos al darnos a Jesús.

Lector 1: Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (Lc 1,26-38): “Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo”

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.  El ángel, entrando a su presencia, dijo: ‘Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú eres entre las mujeres.’ Ella se turbó ante estas palabras, y se preguntaba qué saludo era aquél.

El ángel le dijo: ‘No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y el pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.’ Y María dijo al ángel: ‘¿Cómo será eso, pues no conozco varón?’

El ángel le contestó: ‘El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu prima Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.’ María contestó: ‘Aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según su tu palabra’. Y la dejó el ángel.

Palabra de Dios.

Guía: La presencia del Señor Jesús entre nosotros nos llena de gozo y alegría. Es la Madre quien nos lo hace cercano; es ella quien refleja la Luz de su Hijo y permite que esta llegue hasta nosotros, iluminando nuestras vidas. En compañía de Santa María encendamos la última vela de nuestra corona de Adviento mientras cantamos Hoy se enciende una llama (u otro canto apropiado).

Canto recomendado:

Una persona procede a encender la cuarta vela mientras se entona el canto. De preferencia se hace al entonar la cuarta estrofa.

Coro: Hoy se enciende una llama en la corona de adviento, que arda nuestra esperanza en el corazón despierto y al calor de la madre caminemos este tiempo.

  1. Un primer lucero se enciende anunciando al Rey que viene preparad corazones, allánense los senderos.
  2. Crecen nuestros anhelos al ver la segunda llama nacer. Como dulce rocío vendrá el Mesías hecho Niño.
  3. Nuestro gozo hoy quiere cantar por ver tres luceros brillar con María esperamos al Niño con alegría.
  4. Huyen las tinieblas al ver cuatro llamas resplandecer ya la gloria está cerca levanten los corazones.

Guía: Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios, acudiendo a la intercesión de la Virgen María. Respondamos después de cada petición: por intercesión de tu madre, escúchanos Señor.

(Se deja unos minutos libres para peticiones libres)

Recemos ahora un Padrenuestro, un Avemaría y Gloria.

Guía: Oremos. Padre misericordioso, que quisiste que tu Hijo se encarnara en el seno de Santa María Virgen, escucha nuestras súplicas y concédenos tu gracia para que sepamos acoger al Señor Jesús, tu Hijo, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Todos: Amén.

Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

*Con información de Aciprensa y el Arzobispado de Guatemala.

ESCRITO POR:

Andrea Jumique Castillo

Periodista de Prensa Libre especializada en temas de salud, bienestar y cultura, con 5 años de experiencia.

ARCHIVADO EN: