Cómo reconocer, entonces, si se trata de olvidos que se pueden considerar normales, o si son producto de la edad en la cual hay una condición degenerativa que necesite atención médica.
Para tratar de responder esta pregunta, la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard publicó recientemente un reporte especial donde destaca características que ayudan a establecer la diferencia entre simples momentos de olvido, demencia y la enfermedad de Alzheimer.
Comparaciones
El estudio establece por ejemplo, que si la persona se queja de pérdida de memoria, pero puede dar detalles del episodio de olvido, se trata sólo de olvidos normales quizá acentuados por el envejecimiento, como el caso de la abuela Alba Rosa.
Si no puede proveer detalles del episodio de olvido o de acciones realizadas en un pasado reciente o reconocer a las personas cercanas, puede ser demencia. Y, si llega al punto de que no identifica los entornos que le eran familiares mientras camina o maneja y le toma horas regresar; si no puede operar electrodomésticos como la lavadora de platos habiéndolo hecho antes y pierde interés en actividades sociales puede tratarse de alzhéimer.
El médico Jorge Marcos, especialista en neurología geriátrica afiliado al Hospital Mercy en Miami, asegura que la pérdida de la memoria presenta con el tiempo una condición llamada demencia, siendo el alzhéimer, considerado el tipo de demencia más frecuente.
Vinculadas
El alzhéimer afecta aproximadamente al 60 por ciento de quienes padecen demencia y los que presentan esta tienen problemas del lenguaje como falta de coordinación para expresar lo que piensan, pérdida de memoria con incapacidad para reconocer a las personas cercanas, problemas motores como torpeza, poco control de la orina, depresión y apatía, trastornos del sueño como insomnio o necesidad de dormir por períodos.
Es ocasionada, además del alzhéimer, por demencia vascular que es un deterioro de la circulación de la sangre en el cerebro lo cual provoca una pérdida de sus funciones. Pero además hay otras causas como falta de vitamina B12, consumo de alcohol, tumores cerebrales, hidrocefalia, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, infecciones y el sida, entre otras.
“Los olvidos son normales a cualquier edad y pueden ser ocasionados por estrés o falta de sueño, pero la información se recupera pronto y esto es normal. Hay que poner atención cuando el adulto mayor comienza a presentar alteración cognitiva mínima. Cuando deja de tener independencia porque no puede arreglarse, se pierde o no reconoce; y esto ya es de cuidado”, advierte Marcos.