De acuerdo con la investigación, todas las personas tienen una “edad cronológica” que se basa en su fecha de nacimiento, pero también tenemos una “edad biológica” cuya base es el envejecimiento de las funciones del cuerpo, influenciada por aspectos como la genética, medio ambiente y el estilo de vida.
El estudio señala que investigadores de la universidad de Stanford y la Universidad China de Hong Kong desarrollaron un “reloj de envejecimiento” basado en biomarcadores sanguíneos, niveles de colesterol y glucosa, presión arterial e Índice de Masa Corporal de 4 mil 846 adultos, información proveniente del Estudio Longitudinal de Salud y Retiro de China
La comparación buscó mostrar la conexión entre aspectos físicos y psicológicos del envejecimiento.
Los investigadores encontraron que factores psicológicos como la depresión, sentirse infeliz o solo suman 1.65 años a la edad biológica, superando factores como el sexo, el lugar de residencia, estado civil o el tabaquismo, lo que aceleran el envejecimiento.
Por ejemplo, indican que sentirse infeliz aportará 0.35 años, mientras que no tener problemas para dormir resta 0.44 años.
Otra interpretación a la que llegaron con los datos obtenidos es que el impacto de las características demográficas es de una magnitud similar a la de los factores psicológicos, “el estado civil tuvo el mayor efecto sobre el ritmo de envejecimiento, se predijo que los participantes actualmente casados serían 0.6 años más jóvenes que los que nunca se habían casado, mientras que se predijo que los viudos serían 0.3 años mayores”, aunque no se pudo estudiar la satisfacción conyugal.
Además, indican que el ritmo de envejecimiento está significativamente asociado con las características psicológicas, “el impacto perjudicial del bajo bienestar psicológico de la misma magnitud que las enfermedades graves y el tabaquismo”.
“Cuidar su salud psicológica es el mayor contribuyente que puede tener para desacelerar su ritmo de envejecimiento”, señala el estudio.
La conclusión de los investigadores fue que “el envejecimiento de un organismo no solo está determinado por factores físicos, sino que también, hasta cierto punto, se ve afectado por el estado mental y el estatus social”, como la depresión, por lo que el factor psicológico no debe ser ignorado en los estudios sobre envejecimiento debido a su impacto significativo en la edad biológica.
“En conjunto, hemos demostrado que el ritmo de envejecimiento está significativamente asociado con las características psicológicas. La contribución observada del estado mental de uno a la edad biológica es significativa y comparable al efecto de fumar”, explican y añaden que la promoción de la salud mental puede considerarse una posible intervención antienvejecimiento.