Por ello, comento cómo lo he manejado y superado. Algunas cosas me han llevado más tiempo que otras, pero están basadas en mi vida real y para eso quiero compartir con ustedes una de las interrupciones a las cuales no les ponemos probablemente la atención adecuada sin saber que esto afecta dramáticamente nuestra vida de trabajo, así como la vida personal.

En mis seminarios siempre inicio desde hace algunos meses con estas tres preguntas

• ¿Quiénes tienen metas sin haberlas logrado?
• ¿Quién ha ido a trabajar con problemas personales?
• ¿A quiénes de nosotros nos ha costado salir de un tema personal o laboral y lo mantenemos todo el día (esto no quiere decir que el día haya sido malo sino que ese problema decidimos llevarlo todo el día)?

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Y por supuesto que el 100% de los participantes me dice “Carlos a mí me sucede esto”, y la pregunta obligada es: si tenemos una de las tres o más en nuestro trabajo ¿debemos de dar siempre un 100% de lo que se nos pide?

Porque en condiciones así, esto produce mucho más desgaste en nuestras emociones, sentimientos y por supuesto en el cumplimiento, y en algunas ocasiones he visto como esto estalla en la vida personal y nos hace tener una vida de trabajo cotidiana, cansada, desgastante y no nos permite caminar hacia las metas que hemos deseado alcanzar desde hace algún tiempo.

Personalmente pasé por eso y me di cuenta que es indispensable enfrentar cada una de las preguntas anteriores para poder cumplir con excelencia.

Sí, dije excelencia pues es lo que esperan de nosotros en lo que hagamos, un puesto en una empresa, un emprendimiento etc. Esperan de nosotros lo mejor y estamos en la obligación de darlo y si no lo resolvemos nos enfrentamos a las interrupciones diarias que todos tenemos en nuestro trabajo, llamadas inesperadas, reuniones sin avisar con tiempo, acumulación de actividades por ese tiempo que no estaba planificado.

Por lo tanto nos enfrentamos a un caso que se resuelve de la siguiente forma:

Primero, lo indispensable es resolver las tres preguntas anteriores que a todos nos suceden y luego iniciar el día con una agenda clara, ordenada, organizada y orientada.

Segundo, no perder de vista esas metas que amamos y colocarlas en la agenda.

Y tercero, que lo más importante esté reflejado en nuestra agenda con hora, día y objetivo.

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