Bienestar

La relajación y su vínculo con los sonidos: Qué es la musicoterapia, cómo funciona y cuál es su aporte

El sonido o la música apropiada podría ayudarle en momentos de crisis o en aquellos que dedique a experimentar una sensación de plenitud y tranquilidad.

¿Qué tipo de música escucha y cuál es su objetivo) (Foto Prensa Libre:Shutterstock)

¿Cuál es el sonido más fácil de escuchar para relajarse? No hace falta que corra a YouTube o Spotify y se sumerja entre millones de opciones que le dan hoy las aplicaciones y redes sociales.

Cada ser humano viene integrado con un sistema para alcanzar tranquilizarse en pocos instantes. Respirar profundo durante algunas veces y concentrarse en escuchar cómo el aire entra y sale del cuerpo es una manera de tranquilizarse en un momento en que crea necesitarlo. La experiencia aumenta si cierra los ojos unos instantes.

Otra metodología que ha resultado científicamente comprobada es entrar en comunión con ambientes naturales. Un metaestudio sobre los efectos de escuchar los sonidos de la naturaleza, encontró que esta experiencia perceptiva no solo puede ser un bálsamo para la mente y las emociones, sino que tiene sorprendentes beneficios para la salud.

El análisis de 18 estudios que examinaron los beneficios del sonido natural para la salud, revela la capacidad sanadora de los sonidos producidos por los seres vivos y los fenómenos de la naturaleza. Esto excluye los sonidos y ruidos antropogénicos, es decir, provocados por los seres humanos y sus actividades.

Los científicos de la universidad canadiense de Carleton (que lideró la investigación) y de las universidades estatales estadounidenses de Michigan (MSU) y Colorado (CSU),  destacan el papel de los grandes parques naturales como “entornos acústicos restauradores”.

Los sonidos naturales, como los pájaros cantando o la lluvia cayendo, inspiran a las personas y las conectan con la naturaleza, pero ahora esta investigación muestra que estos sonidos también son buenos para nuestra salud, según Rachel Buxton, investigadora del Departamento de Biología, en Carleton y quien fue entrevistada por EFE.

Los investigadores han descubierto que las personas que experimentaron los sonidos de la naturaleza sintieron una disminución del dolor, un menor estrés, un mejor estado de ánimo y un mayor rendimiento cognitivo.

Los sonidos del agua resultaron más efectivos para mejorar las emociones positivas y generar beneficios en la salud, mientras que los sonidos de los pájaros combatieron el estrés y la sensación de molestia con mayor efectividad.

A este contacto con nuestros ambientes se une el comentario de Marian Benito, de El País, quien explicó que el mar es otra manera de encontrar relajación y no solo porque escuchar las olas nos tranquiliza, "lo podemos ver, sentirlo, tocarlo y escucharlo...el mar es definitivamente sensorial. Basta posar los pies en la orilla para sentir su inmensidad, que apela a cada uno de ellos desde el momento en que el oleaje rompe contra nuestra piel, con una relajante cadencia que recuerda a la de un buen masaje", describe.

Con el tiempo también hoy se conoce el apoyo de sonidos y la música y de cómo llegan a ser herramientas para ayudar no solo a tener un mejor momento sino incluso para la sanación.

Por ejemplo, Recovery Unplugged es una organización en Estados Unidos que utiliza plenamente la música en rehabilitación. Ofrecen un hilo conductor de música durante todo el proceso de atención. "Nuestro fundador y director de estrategia, Paul Pellinger, pasó años desarrollando el modelo de rehabilitación de drogas y alcohol asistido por música de Recovery Unplugged, y ha trabajado para perfeccionarlo con otros líderes y nuestro equipo clínico", explican.

La musicoterapia

La musicoterapia como ciencia surge durante la Segunda Guerra Mundial en los Estados Unidos, en donde comenzó a discutirse la necesidad de atender a personas afectadas por la guerra. En esa época bandas voluntarias de músicos asistían a los hospitales e interpretaban distintas piezas para los heridos.

Una investigación publicada en Prensa Libre explica que la práctica fue ganando valor al observar la mejoría fisiológica y psicológica de cada persona, en especial de aquellos casos severos. A partir de esta experiencia se iniciaron los estudios correspondientes, aplicando la música y la psicología se creó lo que llamamos ahora musicoterapia.

La musicoterapia es un proceso sistemático de intervención que utiliza experiencias musicales a nivel individual y grupal para la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y el empoderamiento de niños, adolescentes y adultos que padecen afecciones físicas, mentales y emocionales.

Es un proceso con diferentes etapas y requiere de un objetivo terapéutico que parte desde las necesidades de cada persona. En musicoterapia no existen recetas musicales ni playlists para “sanar” problemáticas, sino que se requiere de una valoración de la historia musical y clínica del paciente para desarrollar un plan terapéutico adecuado.

El vínculo terapéutico que se establece en cada sesión es a través de las experiencias musicales llamadas “métodos” (improvisación, trabajo con canciones, composición y escucha). Estas vivencias musicales permiten crear canales de comunicación, desarrollar el autoconocimiento, promover la socialización, rehabilitar funciones afectadas, potencializar los recursos individuales y colectivos, estimular procesos cognitivos (percepción, atención, concentración, memoria, imaginación, creatividad, pensamiento, lenguaje) y ayudar al aprendizaje.

Esto deja claro que solo escuchar música o hacerlo sin ningún fin terapéutico brinda un momento agradable, pero no se le llamaría musicoterapia en sí. Aunque sí tiene beneficios porque las piezas que tienen un ritmo lento o voz suave tienden a tranquilizar, las referencias con agua también tienen este efecto positivo.

Un baño de sonido

La cantautora Magda Angélica García tiene un doctorado en historia de América Latina en mundos indígenas y maestría en comunicación, así como diplomados internacionales en terapia del sonido, comparte que el sonido no necesariamente es música sino frecuencias y se puede trabajar con instrumentos diseñados para generar estados de equilibrio y armonía.

"Es como si a una persona se le bañara no con agua y jabón sino con distintas frecuencias vibratorias y los instrumentos y su interacción con el cuerpo. Se utilizan cuencos, flautas y otros elementos como la voz", agrega García.

La experta explica que se escucha al final con todo el cuerpo y eso produce una experiencia holística.

Parte de la dinámica que García tiene con los participantes de esta técnica es aprender a escuchar los sonidos en la vida diaria y reconocer las notas sanadoras.

En una sesión de cerca de dos horas se tienen ejercicios de respiración y se experimentan con diferentes sonidos para el manejo de ansiedad y estrés. Luego la persona se recuesta en un mat (alfombra) mientras la dinámica de instrumentos o la voz que va siendo dirigida por el tallerista.

La recomendación es hacerlo una vez al mes, o bien según las necesidades de cada persona. En los niños también es posible aplicarlo aunque con ellos los tiempos son más cortos y una dinámica diferente.

El maestro de música Nery Arístides Racancoj explica que la música puede influir en nuestra conducta porque al igual que otras ramas del arte están enfocadas en tocar nuestras emociones y es un lenguaje que transmite ideas y sentimientos. Racancoj, por ejemplo, explica que el canto gregoriano es uno de los más especiales que por sus notas e intervalos ayudan a tener un línea melódica tranquila que podría ayudar a la finalidad de relajarnos.

"La música instrumental en general es una de las más apropiadas para relajarse", agrega el profesor. La música de Frédéric Chopin, Felix Mendelssohn y Franz Liszt están también relacionadas con esta sensación.

El maestro de música aconseja que es positivo cultivar la salud mental mientras estamos en contacto con la naturaleza y la tecnología hoy permite que encontremos música de todos los continentes con diversos instrumentos y descubramos aquella que ayude al propósito de la tranquilidad y relajación. "La música nos va a llevar a donde nosotros la llevemos", expresa.

¿Funciona el ruido blanco y los sonidos binaureales?

Acerca de los vídeos y aplicaciones con el conocido ruido blanco, un sonido que contiene una mezcla de frecuencias en un rango amplio y equitativo, lo que significa que cada frecuencia audible por el oído humano tiene la misma amplitud. Así se encuentran opciones que simulan una cascada, el viento, o incluso el estático de una radio mal sintonizada.

Los expertos explican en un artículo de Forbes que el ruido blanco puede ser efectivo para muchas personas como una herramienta para relajarse, mejorar la concentración y facilitar el sueño. Sin embargo, su eficacia es individual y no todos experimentarán los mismos beneficios. Además, es importante utilizarlo con moderación y precaución.

Para García, este ruido blanco y otras opciones relacionadas con frecuencias electrónicas como sonidos binaureales deben ser dirigidos por personas expertas para tener un mejor efecto. También se recomienda no colocarlo durante actividades como manejar por el grado de relación que produce.

La mejor manera de aprovechar estas últimas opciones es al escucharlos con audífonos.

¿Qué aporta la relajación?

Mayo Clinic explica parte de los beneficios que una técnica de relajación aplicada de forma constante aporta al organismo.

  • Frecuencia cardíaca baja
  • Disminución de la presión arterial
  • Frecuencia respiratoria lenta
  • Mejora en la digestión
  • Control de los niveles de glucosa sanguínea
  • Menor actividad de las hormonas del estrés
  • Aumento del flujo sanguíneo hacia los músculos más grandes
  • Alivio de la tensión muscular y el dolor crónico
  • Mayor concentración y mejor estado de ánimo
  • Mejora en la calidad del sueño
  • Menos fatiga
  • Menos ira y frustración
  • Aumento de la confianza para resolver problemas

ESCRITO POR:

Ingrid Reyes

Periodista de Prensa Libre especializada en periodismo de bienestar y cultura, con 18 años de experiencia. Premio Periodista Cultural 2023 por el Seminario de Cultura Mexicana y premio ESET región centroamericana al Periodismo en Seguridad Informática 2021.

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