Este proceso solo tiene sentido si el alimento requiere mucho calor desde el principio del proceso de cocción.
Además, el precalentamiento no tiene por qué prolongarse media eternidad. Según los expertos, cinco minutos son suficientes. Para platos con un tiempo de cocción más largo, como gratinados, carne asada o verduras al horno, el precalentamiento no es necesario.
Es bueno saber y considerar que sin precalentar se puede ahorrar hasta un 20 por ciento de energía.
Tres consejos más para ahorrar energía:
- Hornear resulta aún más eficiente desde el punto de vista energético si el horno se utiliza para varias tandas seguidas, por ejemplo, para hornear varias bandejas de galletas.
- También se puede utilizar otra función de ahorro de energía: si su horno tiene el símbolo del ventilador en un círculo, tiene una función de aire caliente. Esta función puede reducir la temperatura de horneado entre 20 y 30 grados en comparación con el calor superior e inferior. Pero cuidado: la función de aire caliente no es una función de convección, ya que esta tiene el símbolo del ventilador sin círculo.
- También se puede ahorrar energía si se apaga el horno diez minutos antes de que finalice el tiempo de cocción y se aprovecha el calor residual.