También hay otros factores como endocrinos, alteraciones inmunológicas, anomalías uterinas, infecciones o estilo de vida inapropiado, agrega.
Las mujeres que tienen alto riesgo son las mayores de 30 años, pero es más frecuente entre los 35 y 40. La tasa más alta de abortos espontáneos ocurre después de los 40. Son propensas quienes hayan tenido abortos previos.
Alrededor de la mitad de los óvulos fecundados mueren y son abortados en forma espontánea, antes de que la mujer se percate de que espera bebé. En aquellas que saben que están embarazadas, la tasa de aborto espontáneo es del 15 al 20 por ciento.
Apoyo profesional
Cuando ocurre un aborto espontáneo, la salud mental y emocional de la madre se ve afectada. A este sentimiento de vacío y de dolor se le conoce como síndrome posaborto. En cuestión de segundos, el hijo y todas las ilusiones que él representa se desvanecen, afirma Elena Viau, orientadora familiar y psicoterapeuta.
Es fundamental que el médico le explique a la pareja las posibles causas por las que se produjo el aborto. Esto muchas veces es suficiente y la tranquiliza. Sin embargo, para algunas, el círculo del duelo por la pérdida no se cierra. El afán de minimizar lo sucedido no ayuda, ni consuelan frases como “no eres la primera ni la última”, “pronto estarás bien” o “eres joven y podrás tener más hijos sanos”. Al contrario, pueden causar sentimientos negativos, señala Castro. Es importante que la pareja comprenda que ha sido la naturaleza misma la que ha obrado, por muy incomprensible que sea. Asimismo, debe evitar las ideas distorsionadas y falsas de que se le dificultará concebir otro hijo, explica Viau.
Esta es solo una condición médica, igual que muchas otras, frecuente en la vida de las mujeres, y ninguna debe sentirse avergonzada, atemorizada o culpable, comenta la ginecóloga Linda Valencia, consultora en Salud Sexual y Reproductiva.
Por ello, se recomienda darse permiso de vivir y expresar lo que se siente y no tratar de esconderlo. La pareja debe darse apoyo mutuo para poder superarlo. En esa búsqueda de la actitud sana, la sugerencia inicial para afrontar la pérdida es no aislarse, sino encontrar una persona con quien hablar.
En ocasiones la mujer puede tener la impresión de que su pareja no está afectada de la misma forma que ella, lo que desecadena conflictos, pero la mayoría de veces no es así. Simplemente los hombres expresan sus sentimientos en forma diferente, pero no significa que no le importe la pérdida del hijo o el sufrimiento de su cónyuge, dice Castro.
Nuevo intento
Es recomendable llevar una vida normal después del aborto. No conviene iniciar una vida sexual inmediata, con el fin de sustituir la pérdida.
Si no existe contraindicación médica y el estado emocional de la mujer lo permite, se aconseja un nuevo embarazo entre tres a seis meses después de la pérdida, pero es una decisión que debe ser compartida por la pareja y con consejo de un profesional, asegura Castro.
Es importante, antes de un nuevo embarazo, asegurar la salud de la mujer en una consulta preconcepcional, en la que se hacen exámenes físicos para evaluar que no persistan abortos, indica Valencia. Después del tratamiento médico, se debe tener reposo para recuperarse y estar atenta a las señales de alarma para asegurarse de no tener una complicación médica postaborto, como, infecciones o hemorragias, agrega.
La muerte de un bebé requiere hacer ajustes para la recuperación emocional. Para sanar el cuerpo y el alma, la clave está en el tiempo y paciencia consigo mismo.
Síntomas
Señales que pueden manifestarse cuando ocurre un aborto espontáneo:
Hemorragia vaginal, acompañada de expulsión de coágulos.
En la mayoría de las mujeres, esta va seguida de dolor en el abdomen bajo, que puede ser leve, moderado o agudo.
Este dolor puede ser de tipo cólico o como presión en la pelvis.
Puede haber dolor y presión en la espalda baja o lumbago.
En algunas féminas puede presentarse una pequeña señal de sangrado al inicio del embarazo, pero la mayoría de estas gestaciones no terminan en aborto.
Se recomienda consultar con el ginecólogo.
Cuidados
Después de un aborto espontáneo, es importante seguir estas recomendaciones:
Adoptar una dieta balanceada.
Beber suficientes líquidos —la orina clara significa una hidratación adecuada—.
Bañarse a diario.
Evitar ejercicios de alto impacto.
No hacerse duchas vaginales o aplicación de óvulos o cremas.
No utilizar tampones hasta la siguiente menstruación.
Se desaconsejan las relaciones sexuales, al menos por dos semanas.
Se debe evaluar el empleo de algún método anticonceptivo.