IDEAS

¿Qué es el “neoliberalismo”?

Pregunto ¿qué es el “Neoliberalismo”? porque al escuchar el discurso de algunas personas parecieran achacarle a esa “corriente” la culpa de todos los males de la humanidad. Siempre me he preguntado qué tienen en la mente sus detractores cuando así denuestan, porque sospecho que el “hombre de paja” que atacan es más parecido a ellos mismos de lo que siquiera entienden.

Yo, como liberal clásico o liberal a secas, sostengo y defiendo los derechos fundamentales de todo ser humano a la vida, a la libertad y a la propiedad. Al igual que Alberto Benegas Lynch Jr. afirmo que el liberalismo se resume en “el irrestricto respeto al proyecto de vida de cada quien”. Para ello hay que aceptar que cada uno es el juez supremo de sus fines y por tanto puede perseguir su propia concepción del bien, aunque no sea lo que nosotros calificaríamos como agradable o “decente”.

Sostengo que el individuo —cada uno de nosotros— es la unidad fundamental de la sociedad. Solo los individuos —y no los grupos o colectivos— toman decisiones y son responsables de sus acciones. Como liberal afirmo que todas las relaciones humanas deben ser voluntarias y que las únicas acciones que deben ser prohibidas por la ley son aquellas que involucran el uso de la fuerza en contra de aquellos que no han hecho uso de la fuerza. Por ejemplo, deben prohibirse y castigarse los asesinatos, las violaciones, los robos, los secuestros y los fraudes.

Como liberal he aprendido que la sociedad funciona mejor a través del orden espontáneo —ese que surge como resultado de los millones de interacciones y transacciones consecuencia del actuar pacífico de las personas en la búsqueda de sus propios objetivos— que a través de la coerción de los iluminados y arrogantes que creen saber más que cada individuo qué es lo mejor para cada uno de ellos.

Como liberal afirmo que la Ley debe ser igual para todos, sin excepciones ni privilegios. Sostengo que la única igualdad que puede existir en la sociedad es la de todos ante la Ley y que para ello es necesario un Estado de Derecho en donde todos estemos sujetos a la Ley y nadie esté por encima de ella.

Afirmo también que si bien un gobierno es necesario para velar porque se respeten los derechos individuales y se imparta justicia, este debe ser lo más limitado posible. Como liberal, desconfío del poder del gobierno, estando claro en que no hay tal cosa como un “gobierno”, sino personas corruptibles que ejercen diversos niveles de poder. Y como bien lo explicó Lord Acton: “el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”, por tanto es de vital importancia para toda la sociedad que ningún funcionario pueda ejercer demasiado poder. De allí que promuevo las instituciones republicanas de separación de poderes y controles y balances.

Y como defiendo la libertad y la propiedad privada, afirmo sin lugar a dudas que los mercados libres —el resultado de las transacciones que la gente realiza libre y pacíficamente con su propiedad, o lo que es lo mismo, el capitalismo— son la base para el desarrollo económico de todos. Sostengo que mientras menos intervención del gobierno exista sobre las decisiones económicas de las personas, más prosperaremos todos.

¿Es a todo esto que he descrito a lo que los enemigos del “neoliberalismo” se refieren cuando despotrican contra él? Le puedo garantizar que no. Lo más probable es que se refieran al mercantilismo, que depende de la colusión con los gobernantes para prosperar a expensas de los demás. Que casualmente es lo mismo que buscan quienes denuestan contra él. Como siempre, inconsistentes, cuando no hipócritas.

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).

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