EDITORIAL

Mensajes asertivos en momentos críticos

Toda la jornada del Encuentro Nacional de Empresarios 2019, dedicado al tema De un Estado líquido a un Estado sólido, estuvo colmada de frases alentadoras, objetivos trascendentales y, sobre todo, inspirada en los coherentes paradigmas planteados por el renombrado columnista Moisés Naím y el economista James Robinson, coautor del libro Por qué las naciones fallan, quienes coinciden en señalar que los momentos críticos que vive Guatemala, reflejados en la caída de 20 puestos en el índice global de competitividad en el actual período gubernamental, pueden y deben ser enfocados como una situación límite que representa una oportunidad de resurgimiento que se debe catalizar a través de consensos, acciones y valores.

Los mensajes asertivos se sucedieron, con la única excepción del discurso del presidente saliente, quien alternó frases políticamente correctas con diatribas, alusiones y ambigüedades que contrastaron notoriamente con el tono propositivo, prospectivo y estratégico de las disertaciones, pero sobre todo con la altura intelectual de los conferencistas invitados. Quizá fue un recurso retórico, para no hacer referencia a los retrocesos competitivos o al agravamiento de la desnutrición durante el cuatrienio, un hecho que el propio Naím consideró inaceptable, debido a que otros países con indicadores aún más deteriorados que los de Guatemala han conseguido erradicarla.

En todo caso, la monserga presidencial pasa a ser símbolo del final de una época y el inicio de un proceso de solidificación institucional que debe centrarse en cuatro grandes objetivos: afinar el sistema electoral, reformar la Ley del Servicio Civil, independizar a la justicia, así como transparentar el gasto público.

La coyuntura evidencia la urgencia de una reforma del método de elección y sucesión de cortes y magistraturas para poder frenar las injerencias políticas que pululan en estos días, sobre todo en la legislatura saliente, ávida de no salir sin haber dejado nombramientos a la medida de sus conveniencias.

La ciudadanía y los sectores productivos juegan un papel clave e insustituible en la exigencia de comportamientos éticos, planes claros de atención a los objetivos del desarrollo y abordajes innovadores para los problemas estructurales. En eso consiste precisamente la solidificación del Estado: que cuente con las posibilidades fiscales, de ejecución y cuentadancia que generen un ciclo de confianza y planes con visión de mediano y largo plazo.

Cabe elogiar la iniciativa Scae Up Xela, que no presentó promesas ni excusas, únicamente resultados: el emprendedor nigeriano y profesor de la Universidad Babson, de Massachusetts, Vincent Onyemah, invitó a subir al escenario a representantes de 18 pequeñas y medianas empresas de Quetzaltenango que han logrado incrementar sus ventas y también sus contrataciones de personal mediante dicho programa, apoyado por Fundesa, el cual lleva tres años de funcionamiento: otra muestra de la solidez que se puede lograr mediante la cohesión de discurso y acción.

Bien lo señaló el presidente del Enade 2019, Peter Klose, en sus palabras de apertura: se enciende una pequeña luz de esperanza que se suma a las expectativas iniciadas por encuentros anteriores en donde se han discutido temas que siguen en marcha, tales como el crecimiento de ciudades intermedias, la infraestructura para el desarrollo, seguridad y estado de Derecho.

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