Gustavo Gini

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NOTAS DE Gustavo Gini

Opinión

Aeropuerto La Aurora, una terminal desfavorable

En todas partes del mundo, los aero- puertos constituyen la entrada al país y muestran sus mejores beneficios. Tanto en atención como en servicio y seguridad para los pasajeros. Sus pistas de aterrizaje y de salida para los aviones cuentan con carriles bien señalizados de día y de noche, con un corredor perfectamente pavimentado. Dentro de sus áreas de abordaje cuentan con pantallas actualizadas que contienen información acerca de los vuelos de llegada o salida, para que los pasajeros puedan organizar sus vuelos si en caso tienen conexiones a otros países. Los servicios sanitarios están bien ubicados y son suficientes para el número de personas que los utilizarán, sobre todo en situaciones de alto grado de afluencia, para no tener que esperar. Por supuesto, cuentan con limpieza permanente y mantienen una pulcritud absoluta, con suficiente agua, jabón y papel higiénico. En todo el aeropuerto el sistema de calefacción y aire acondicionado debe ser agradable para la permanencia de las personas. Todas las escaleras y utilería electrónicas funcionan a la perfección todo el tiempo.

Gustavo Gini

Opinión

Las barbaridades de nuestro país

¿Cómo es posible que estemos en el Siglo XXI y existan situaciones que ya se permitían hace 50 años?

Gustavo Gini*

Opinión

Algunas razones de nuestro subdesarrollo

Como catedrático universitario, he percibido muchos vicios en el aprendizaje y conocido a fondo las actitudes de nuestros queridos compatriotas.

Gustavo Gini*

Opinión

 El virus Zika

Recientemente se ha mencionado la aparición de otro virus que produce enfermedad en el hombre parecida al dengue y chikungunya, llamado virus Zika, el cual fue encontrado en Zacapa. Con estos nuevos descubrimientos de los virus que han sido principalmente encontrados en las selvas africanas, no deja de inquietar y causar vacilaciones si son mutaciones inducidas por el continuo estudio de vacunas o experimentos con este tipo de virus altamente infecciosos; o son cambios naturales de los microorganismos en su hábitat. Porque parece increíble que estos virus no existen en las selvas tropicales del continente americano, sino todos ellos provienen del África. Aún no se ha establecido la procedencia del virus hacia Guatemala. Es alarmante conocer que estos virus, y otros, tienen como reservorios animales los murciélagos, roedores y otros más. Y sin embargo, en nuestras selvas, virus como estos no han sido reconocidos. El Zika es causado por la picadura de un mosquito y se cataloga como un Arbovirus perteneciente al género Flavivirus, que pertenece al grupo donde los animales invertebrados como los zancudos y las garrapatas los transmiten al ser humano.

Gustavo Gini*

Opinión

Hospitales en crisis

La mayoría de contaminaciones intrahospitalarias son consecuencia de no contar con material antiséptico y de protección en el manejo de pacientes en las áreas de cuidado intensivo, las pediatrías y las salas de procedimientos de cirugía. Varios son los sistemas transmisores de contagio adentro de un nosocomio. Estos pueden ser el agua, los alimentos y las personas. Considerando al hombre el ente más diseminador a través de sus secreciones y el contacto con las personas enfermas, que lo convierten en un vehículo totalmente equipado de microbios.

*Gustavo Gini

Opinión

El virus Mers

Últimamente, desde mayo del 2015, en la República de Corea se ha estado investigando un brote de Mers, que es el mayor brote conocido fuera de la península arábiga. Este síndrome se le conoce como Mers (el síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio); es una enfermedad infecciosa provocada por el virus Mers-CoV del género Coronavirus, el cual fue identificado por primera vez en el 2012 en Arabia Saudita.

*Gustavo Gini

Opinión

Cazadores de microbios

En la época de estudiante tuve la oportunidad de leer el libro Cazadores de Microbios, editado en inglés por Paul De Kruif. De manera que, por falta de espacio, solo voy a mencionar al primer cazador: Anton Van Leewenhoek, pulidor de lentes holandés que vivió en Delft, Holanda, hace unos 250 años. Era un hombre humilde que se asomó por vez primera a un mundo nuevo y misterioso, poblado por millares de diferentes especies de seres diminutos, algunos muy feroces y mortíferos, otros útiles y benéficos, e incluso muchos cuyo hallazgo ha sido más importante para la Humanidad que el de cualquier continente o archipiélago. Universo invisible para el ojo humano y seres a los que llamó “Animálculos”. Su vida es una verdadera historia de audacia, tenacidad y una infatigable curiosidad de explorar y penetrar en un cosmos nuevo y maravilloso. Leeuwenhoek abrió una tienda de telas. Probablemente poco tiempo después lo nombraron conserje del Ayuntamiento de Delft y le vino la extraña afición de tallar lentes. Había oído decir que fabricando lentes a partir de un trozo de cristal transparente se podían ver con ellas las cosas de mucho mayor tamaño que a simple vista. Poco sabemos de Leeuwenhoek entre sus 20 y 40 años, pero para entonces se le consideraba un hombre ignorante; no sabía hablar más que holandés, lengua despreciada por el mundo culto. Con todo, su ignorancia lo favoreció, porque aislado de toda la palabrería instruida de su tiempo no tuvo más guía que sus propios ojos, sus personales reflexiones y su exclusivo criterio. Sistema nada difícil para él, pues nunca hubo hombre más terco que él. ¡Qué divertido sería ver las cosas aumentadas a través de una lente! Pero, ¿comprar lentes? ¡Nunca! Jamás se vio hombre más desconfiado. ¡Él mismo las fabricaría! Visitando las tiendas de óptica aprendió los rudimentos necesarios para tallar lentes; frecuentó el trato con alquimistas y boticarios, cuyos métodos secretos observó para obtener metales de los minerales, y se inició en el arte de la orfebrería. Era un hombre quisquilloso; no le bastaba que sus lentes igualaran a los mejores trabajados en Holanda, sino tenía que superarlos; y aun luego de conseguirlo se pasaba horas y horas dándoles una y mil vueltas. Después montó sus lentes en marcos oblongos de oro, plata o cobre que el mismo había extraído de los minerales. Trabajaba buscando la forma de fabricar un minúsculo lente —de menos de tres milímetros de diámetro— tan perfecto que le permitiera ver las cosas más pequeñas enormemente agrandadas y con gran nitidez. Entonces empezó a examinar cuanto caía en sus manos. Analizó las fibras musculares de una ballena y las escamas de su propia piel. En la carnicería consiguió ojos de buey y se quedó maravillado de la estructura del cristalino. Pasó horas enteras observando la lana de ovejas y los pelos de castor y liebre, cuyos finos filamentos se transformaban, bajo su pedacito de cristal, en gruesos troncos.

*Gustavo Gini

Opinión

¿Cómo nos verán?

Fue en un día de tantos que como microbiólogo me hice la interrogación: ¿Cómo nos observan y estudian los microbios? Todo ocurrió durante una clase del curso de microbiología que imparto en la universidad, cuando conferenciando sobre el tema de la fisiología bacteriana y explicando los mecanismos generadores y utilizadores de la energía dentro de los procesos metabólicos y anabólicos de las bacterias, me encontré atrapado dentro de mis explicaciones, todo a consecuencia de hablar sobre la inducción del círculo energético. Donde el iniciador del proceso es una molécula altamente energética conocida como ATP (Adenosina Tri Fosfato).

*Gustavo Gini

Opinión

¿Y la ética profesional?

Ética deriva del griego éthikos, que quiere decir: ciencia de la moral, la cual se define como la ciencia que enseña las reglas sobre el bien y evitar el mal. ¿Será que los profesionales están actuando conforme la ética o han inventado una nueva moral para hacer de sus actos aceptables como éticos?

*Gustavo Gini

Opinión

Dra. Rina Montalcini

Nació el 22 de abril de 1909, en Turín, y falleció el 30 de diciembre del 2012, en Roma, a la edad de 103 años, siendo una mujer de las más longevas en el mundo. Su educación universitaria la llevó a cabo en la Universidad de Turín.