Ciudades

Oportunidad de empleo les cambia la vida a jóvenes con capacidades diferentes

Una sonrisa, dedicación y la frase “en qué le podemos servir, pase adelante”, son algunas de las características de jóvenes con capacidades diferentes que atienden a la clientela en Café Consciente, donde una oportunidad de trabajo les cambió la vida y luchan para continuar con su superación. 

Ignacio Andrade, uno de los jóvenes que trabajan en Café Consciente, junto a dos clientas. (Foto Prensa Libre: Álvaro Interiano).

Ignacio Andrade, uno de los jóvenes que trabajan en Café Consciente, junto a dos clientas. (Foto Prensa Libre: Álvaro Interiano).

José María Palacios de León, de 25 años, con síndrome de Down, se alista a trabajar con una actitud positiva, luego limpia las mesas y verifica que todo esté en orden para atender a los clientes. Este restaurante lo puede encontrar en la 3 avenida 16-21 zona 14 de la ciudad de Guatemala. 


“Tengo un año de trabajar aquí como mesero, mi familia me dice que está orgullosa de mí”, refiere; mientras continúa su labor.

Con una sonrisa, Palacios afirma que esta oportunidad de empleo le cambió la vida; además, ha recibido cariño y ha logrado muchas amistades.

“Los clientes se ponen contentos cuando los atiendo”, manifiesta Palacios, quien afirma que uno de sus sueños es tener su propio restaurante y estudiar fotografía y música.

Agregó que lo más importante es luchar por los sueños y no perder la esperanza, pues la vida da las oportunidades para superarse.

En otra área del restaurante atiende Edner José Romero, 22, quien con una sonrisa le lleva el menú a los comensales y les dice “bienvenidos, qué va a ordenar”.

Edner tiene un retraso intelectual leve, pero eso no le ha impedido buscar su superación. “Este trabajo me ha permitido seguir adelante, también ayudo en la cocina”, resaltó.

Afirmó que entre sus objetivos está graduarse de bachiller y que, sin importar las circunstancias, se puede demostrar que es útil a la sociedad.

“Me gustaría que se eliminara la violencia en Guatemala, no me gusta ver cómo le roban sus pertenencias a la gente”, puntualizó Edner, quien añadió que los clientes le indican que quedan satisfechos con el servicio.

Esteban Miño, 23, con síndrome de Down, aporta en las tareas de la cocina e indica que cuando está en el área de mesas le gusta atender de forma amable a los clientes. 

Estudia en la universidad  

Katia Antonella Iacoponi Escobar, 22, con síndrome de Down, es una de las jóvenes a que se les dio una oportunidad en Café Consciente y afirma que descubrió que es útil para la sociedad y actualmente estudia una carrera universitaria.

“A los jóvenes con síndrome de Down les digo que sí pueden trabajar”, dijo Katia, quien estudia Licenciatura en Arte en la Universidad Galileo.

También estudia flamenco y otros de sus objetivos es estudiar diseño gráfico y fotografía.

En favor de la inclusión

Uno de los objetivos de Café Consciente es brindar afecto y empleo para personas con capacidades diferentes.  “Te invitamos a que nos visites, te enamores de la causa y nuestras recetas. Forma parte del movimiento de inclusión”, resalta su eslogan.

Cristina Massanet, quien impulsa esta iniciativa, dijo que el objetivo es ayudar a estos jóvenes en todos los ámbitos de su vida y que la inclusión laboral es un paso esencial hacia una vida autónoma e independiente para ellos. 

Café Consciente resalta que hay muchos tabús alrededor del tema de relacionarnos con personas con capacidades diferentes y son pocos los espacios en los que podemos interactuar con este sector de la población, por lo que este restaurante da la oportunidad de compartir con amigos o familia y demostrar que estos jóvenes son útiles a la sociedad.

En este restaurante usted puede encontrar variedad de menús, como desayunos, panqueques, cereales, pastas, carnes, variedad de guarniciones y bebidas calientes y frías.

Clientes satisfechos 

Diana Marroquín, cliente, manifestó que es importante apoyar la inclusión y compartir con jóvenes con capacidades diferentes, pues se aprende de su actitud positiva para superarse. Y los más importante, brindan un excelente servicio.

Fernando Cordón, 10, otro cliente, dijo que estos jóvenes son generosos y se les debe ayudar en vez de criticarlos. “Debemos valorarlos porque hacen un buen trabajo”, puntualizó.

Son personas capaces

Irene de Salazar, fundadora de la Asociación Guatemalteca para el Síndrome de Down, indicó que aunque el proceso de aprendizaje es lento, las personas con síndrome de Down superan las expectativas.

“Las personas con capacidades diferentes son responsables con las tareas que se les asignan. El saber que están trabajando los motiva a esforzarse”, resalta De Salazar.

Agregó que darles una oportunidad de empleo es positivo, pues aún falta inclusión para este sector de la población.
“Un colaborador con capacidades diferentes va a procurar por el bien de la empresa que lo contrata”, puntualizó. 

ESCRITO POR:

Óscar García

Periodista de Prensa Libre especializado en periodismo comunitario e historias humanas con 12 años de experiencia.