Economía

Eta: Las impresionantes imágenes satelitales que muestran el daño en los suelos de Alta Verapaz

Urgen a autoridades efectuar análisis territoriales para determinar qué áreas de cultivo se pueden rescatar tras paso de Eta por el país.

Colchones, contenedores y grandes objetos arrastrados por efectos de depresión tropical Eta en el río Cahabón, Cobán, Alta Verapaz. (Foto Prensa Libre: cortesía)

Colchones, contenedores y grandes objetos arrastrados por efectos de depresión tropical Eta en el río Cahabón, Cobán, Alta Verapaz. (Foto Prensa Libre: cortesía)

Productores de tomate en Gualán, Zacapa, perdieron más de Q50 mil, luego de que   Eta arrasó con 60 manzanas de ese cultivo. Cuatro días antes de la tormenta, los agricultores habían trasplantado los almácigos, los cuales quedaron bajo el agua y continúan anegados.

Por cada manzana se siembran 10 mil plantas de tomate, para un total de 60 mil plantas. Cada millar vale Q875; por lo tanto, las pérdidas ascienden a Q52 mil 500.

“Es una pérdida considerable, y no solo en plantas, sino en el trabajo de volver a preparar el suelo. Y aún faltan los datos de daños finales, que no se han contabilizado”, dijo Eddie Mendoza, viceministro de Agricultura.

En Izabal, los productores han encontrado mortandad de ganado y apenas han logrado llegar a sus parcelas, según Mendoza.

En opinión de Mario Chocooj, Investigador y coordinador del Centro de Investigaciones en Café de la Asociación Nacional del Café (Anacafé), si los cultivos quedaron en áreas inundadas, especialmente en zonas planas, por la saturación de los suelos, será difícil recuperarlos en el corto plazo, o al menos para el final de este ciclo, pero depende del tipo de plantaciones.

En el caso del café, los suelos se recuperan porque la planta es perenne, pero el desafío es para los que se lavaron y perdieron los nutrientes del suelo, como las bananeras, que tanto los necesitan. Por lo tanto, se estima que entre tres y ocho días se podrían observar cambios.

Después de Eta, los terrenos donde actualmente se cultiva palma de aceite seguirán inundados por un tiempo, que es definido según la capacidad de infiltración del suelo, su textura y estructura, sobre todo en áreas a nivel del mar.

Algunas con texturas y estructuras francas y no arcillosas podrán recuperarse más rápido, como algunas en Izabal. Petén, por el contrario, tiene suelos muy arcillosos, explicó Karen Rosales, directora ejecutiva de la Gremial de Palmicultores de Guatemala (Grepalma).

Uno de los principales problemas que enfrenta este cultivo en las fincas afectadas es que los drenajes han obstruido por lodo, lo cual afecta directamente la cosecha, resaltó Rosales.

Imágenes Sentinel de los municipios de Panzós y Santa Catalina la Tinta del departamento de Alta Verapaz del 10 de noviembre. (Foto Prensa Libre: Cortesía Maga)

Análisis de suelos

Técnicos de Grepalma indicaron que cada análisis de muestra de suelo tiene un costo mínimo de U$50 por hectárea. Se habla de aproximadamente US$750 mil para análisis del área afectada por Eta. Readecuar los drenajes tiene un costo promedio de Q6 por metro cúbico de suelo extraído.

Para rehabilitar calles y carreteras primarias y secundarias, necesarias para el transporte de fruta, se estima un gasto   de Q10 mil por kilómetro.

Imágenes Sentinel de los municipios de Panzós y Santa Catalina la Tinta del departamento de Alta Verapaz del 10 de noviembre. (Foto Prensa Libre: Cortesía Maga)

Los dos escenarios

Alma Santos, investigadora en suelos del Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC), planteó dos escenarios a partir de lo ocurrido.

El primero y más pesimista es el daño en las laderas, porque puede que haya algo de erosión que afecte a cultivos como maíz y frijol.

El segundo y más optimista es en el Valle del Polochic, donde las inundaciones reparten los sedimentos, es decir, la tierra fértil, y podría incluso haber un beneficio, si se perdieron los cultivos por exceso de agua, pero el suelo fértil no se pierde.

El problema para el productor es volver a invertir y sembrar; por lo tanto, los rendimientos ya no serán los mismos. Al final del ciclo habrá una baja en el porcentaje de   quintales producidos, refirió Santos.

La especialista recordó que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), para recuperar un centímetro de suelo se necesitan mil años.

Imágenes Sentinel de los municipios de Panzós y Santa Catalina la Tinta del departamento de Alta Verapaz del 11 de octubre. (Foto Prensa Libre: Cortesía Maga)

Alex Guerra, director general del ICC, comentó que habrá que hacer análisis de los suelos, tomar muestras de los cultivos, captar imágenes satelitales en los lugares donde hubo mayor daño y enviar muestras a laboratorios, para establecer la fertilidad, e ir al campo a observar cómo quedaron las zonas afectadas.

Guerra afirmó que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga) debería encargarse de esa labor, con apoyo de universidades, oenegés y cooperación internacional.

El Maga elabora un mapa de suelos actualizados, que tiene como objetivo comparar la mayor parte de suelos del país con el potencial productivo, pero debido a los daños que dejó Eta podrían ayudar en determinar los lugares a priorizar para la recuperación.

Imágenes Sentinel de los municipios de Panzós y Santa Catalina la Tinta del departamento de Alta Verapaz del 11 de octubre. (Foto Prensa Libre: Cortesía Maga)

Daños aumentan a diario

El Centro de Información Estratégica Agropecuaria del Maga actualiza las cifras de los daños causados por la depresión tropical Eta.

Según el informe número 14, se cuentan 90 municipios dañados, con una superficie correspondiente a 41 mil 698.60 hectáreas, y 72 mil 896 familias afectadas.

Según datos preliminares de la Cámara del Agro y de Anacafé, 16 mil 48 hectáreas afrontaron daños en los cultivos de café,  en Alta Verapaz, Zacapa, Chiquimula, Huehuetenango y Quiché.

En cultivos de hule, son dos mil cien hectáreas, con una pérdida de 16 mil 400 árboles, y palma africana, 14 mil 500 hectáreas.

Según Rafael López, coordinador del Centro de Información Estratégica Agropecuaria del Maga, el fenómeno climático no afectará la radiografía de los cultivos porque fue un   evento temporal provocado por inundación.

El exceso de lluvia, sin duda alguna, produjo marchitamiento de las plantas, pero una vez el agua drene, el suelo tiene capacidad de restablecer los cultivos mediante una nueva siembra.

ESCRITO POR:

Natiana Gándara

Editora de Economía en Prensa Libre, con más de 15 años de experiencia en medios radiales, televisivos, impresos y digitales.