“Se está condenando a las futuras generaciones, si no se adoptan estrategias en conjunto para educar y capacitar a la población”, señaló Ligia Orantes, asesora del Programa de Generación de Empleo y Educación Vocacional, que financia la Unión Europea.
La ENEI determinó que a escala nacional la tasa de desempleo abierto es mayor para los jóvenes de 15 a 24 años, con 5.6%, en relación con la tasa de los adultos de 25 años o más, que es de 1.1%.
La tasa de desempleo más alta corresponde a los jóvenes que se encuentra en el área urbano-metropolitana, donde el indicador es de 11.6%, en el resto urbano es 5.1% y rural nacional 4.2%.
Nelson Santa Cruz y Hugo Rivas, técnicos del Instituto Nacional de Estadística, explicaron que la encuesta demostró que los jóvenes son el sector más castigado, por la falta de oportunidades para emplearse.
Santa Cruz indicó que la tendencia no ha cambiado respecto de otras encuestas, en las cuales se demuestra que es el sector con la mayor desocupación.
Los analistas del INE comentaron que esa situación se explica debido a la migración interna, que logra emplearse de manera temporal, pero luego se quedan en la ciudad, aunque no consigan trabajo.
En opinión de Antonio Malouf, vicepresidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), la única manera para apoyar a las próximas generaciones es con la generación de empleo y promover la atracción de inversiones.
El representante empresarial afirmó que si no se aprovecha este momento por el bono demográfico, las consecuencias para la economía podrían ser negativas para el futuro, por el envejecimiento de la población.
Malouf aseguró que hay varios sectores productivos que pueden absorber a los jóvenes, pero se necesita educación y preparación en alianzas.
La semana pasada, Prensa Libre publicó que Guatemala ingresó desde el 2015 en un período de 35 años en el cual la población joven y productiva de 15 a 34 años será el segmento más amplio de habitantes, lo cual abrirá una oportunidad de desarrollo acelerado.
Ante ese panorama, la única opción de los jóvenes para obtener ingresos es emplearse en el sector informal o migrar al área urbana de la capital, o a Estados Unidos.
El estudio refleja que cuatro millones 507 mil personas están ocupadas en el sector informal, lo que significa un aumento de 3.1% en relación con la población que se ubicó en ese sector durante el segundo trimestre, cuando se reportó que el número era de cuatro millones 373 personas.
Las personas ocupadas en el sector formal registraron un leve aumento de 0.14%, sobre todo en el área urbano-metropolitana.
La cantidad de trabajadores formales alcanzó 2.1 millones y la tasa de desempleo fue de 2.4%.