Economía

Inicia con problemas otro proceso de compra de placas metálicas

La SAT lanzó una nueva licitación para comprar alrededor de 2.3 millones de placas metálicas para vehículos terrestres, pero los interesados en ofertar ya presentaron inconformidades.

Del 2018 al 2020 la SAT entregó placas temporales de cartón y pvc, debido a la falta de placas metálicas. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Del 2018 al 2020 la SAT entregó placas temporales de cartón y pvc, debido a la falta de placas metálicas. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) pretende adquirir 686 mil 400 pares de placas para vehículos que usan dos distintivos (que representan 1 millón 372 mil 800 distintivos) y 924 mil individuales (para motos y similares).

Aunque el concurso se publicó hace pocos días, ya tiene ocho inconformidades, de las que siete fueron rechazadas por la Junta Licitadora y una está en análisis. En marzo pasado, la entidad lanzó el primer concurso del año, pero fue declarado desierto en junio.

Para la nueva adquisición se contempla un contrato de 645 días (alrededor de 1 año y 9 meses) y un cronograma de seis entregas. La primera de estas deberá llevarse a cabo 120 días después de que el oferente sea notificado de la aprobación del contrato.

Armando Pokus, intendente de Atención al Contribuyente, dijo que la idea es continuar con la entrega de los distintivos que ya se tienen y que pertenecen a licitación adjudicada en el 2020, mientras que las nuevas se destinarán a atender la demanda que se genere a partir del último trimestre del 2022.

Inconformidades y respuestas

Las ocho inconformidades que se registran en el sistema Guatecompras fueron presentadas por la empresa Tönnjes Card International, Sociedad Anónima, que fue la ganadora en las últimas dos licitaciones que se logró concretar.

Y sus argumentos consisten en que en las bases de licitación se omitieron algunos detalles que pondrían en riesgo a la SAT, como no requerir una certificación ISO-7591 para la fabricación de placas o para pedir una prueba de la calidad del producto.

También cuestiona que al dejarse establecido que la SAT decidirá a cuál laboratorio llevar las placas, se abre posibilidad de que no se contrate la mejor opción, aparte de que también se elimina el requisito de tres cartas de referencias de clientes satisfechos (públicos o privados), a quienes se les haya fabricado o distribuido placas metálicas, añadió.

“Anteriormente, se requería que dichas referencias contuvieran información del contacto de la entidad, así como el tiempo de duración de la negociación, cantidad de placas fabricadas o distribuidas.

Suprimir este requisito pone a la SAT en riesgo pues la Junta de Licitación no podrá verificar, como en el pasado, la seriedad de las empresas que participen en la licitación, la satisfacción manifiesta de los clientes en la recepción de sus placas metálicas o el cumplimiento de los contratos por parte de los oferentes”, cuestiona la firma.

Le puede interesar: Ocho tips para aplicar los contratos de trabajo de tiempo parcial

En otros puntos señala que cuesta cumplir ciertos requisitos, como la precalificación de  proveedor, ya que el Registro General de Adquisiciones del Estado (RGAE) se demora más de 30 días en la entrega de ese registro y por eso no le adjudicaron en el anterior concurso, según la compañía. En este caso la Junta Licitadora refirió que es un requisito no fundamental que la empresa puede subsanar dentro del proceso, al tener su constancia.

Segundo intento

Este concurso es el segundo intento del 2021, ya que el anterior fue declarado desierto, aunque hubo tres oferentes: Tönnjes CARD Internacional S. A., GSI Guatemala. S. A., y Troquelados e Impresos, S. A. de Capital Variable. La Junta Licitadora decidió que ninguno cumplía los requisitos exigidos.

Pokus explicó que, en las decisiones de la Junta Licitadora, las autoridades no pueden intervenir, y aunque el Directorio de la SAT tiene la facultad de analizar lo actuado por la Junta, decidió no aprobar esa decisión y se pidió una revisión para definir si lo señalado era susceptible de subsanarse por las empresas. Pero ya no se adjudicó y la entidad decidió lanzar otro evento.

Uno de los señalamientos de la calificadora era que la firma Tönnjes Card no tenía en el Registro Tributario Unificado (RTU) el nombre escrito con diérisis, pero aunque se investigó en la SAT y se definió que era problema del sistema, no fue tomado como válido por la Junta.

“En el tema de no pedir la certificación ISO que menciona la compañía en su inconformidad, se tomó esa decisión para evitar que se dijera que el evento iba dirigido a una compañía en particular”, añadió.

El funcionario dijo que decidieron levantar un nuevo proceso para evitar lo sucedido en el 2018, cuando la SAT se quedó son existencias de placas de metálicas y se entregaron distintivos temporales.

Lea también: Reformas para endurecer penas por contrabando aduanero incluyen nuevos delitos (y algunas fragilidades históricas)

Entre el 2017 y el 2019 se lanzaron tres concursos, y fue hasta el tercero que se logró una adjudicación efectuada en enero del 2020, que fue la que ganó la empresa Tönnjes Card.

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.