Economía

Mayoría de emprendimientos en Guatemala nace por financiamiento de familiares

Según estudio aún existe espacio para innovar en el desarrollo de productos financieros que se ajusten a las necesidades de los emprendedores.

En Guatemala son limitadas las fuentes de financiamiento para los negocios nuevos, según expertos. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

En Guatemala son limitadas las fuentes de financiamiento para los negocios nuevos, según expertos. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Los resultados del décimo reporte para Guatemala del Monitor Global de Emprendimiento (GEM) 2019-2020, presentados por la Universidad Francisco Marroquín (UFM), a través del Centro de Emprendimiento Kirzner hay más de dos millones de emprendedores en Guatemala.

Dentro del reporte entrevistaron a expertos a través de la Encuesta Nacional de Expertos, -NES, por sus siglas en inglés- quienes consideran que en Guatemala son limitadas las fuentes de financiamiento para los negocios nuevos.

La mayoría de los inversionistas informales son -familiares y amigos- (38%) y el endeudamiento bancario (13%) fueron las fuentes identificadas como más accesibles.

Según la encuesta para emprendedores, el 58% aporta el 100% de la inversión inicial para arrancar su negocio y únicamente el 7% obtiene recursos de instituciones financieras. Por lo tanto, todavía existe espacio para innovar en el desarrollo de productos financieros que se ajusten a las necesidades de los emprendedores identificados en el estudio.

En ese sentido, Mónica de Zelaya, directora del proyecto GEM en Guatemala, indicó que la inversión inicial de los emprendimientos se mantiene entre los Q1 mil y Q10 mil, pero en conjunto seis de cada diez nacen con poco capital menor a los Q25 mil.

De Zelaya comentó que es una oportunidad para los inversionistas de apostar y apoyar a emprendimientos, que son de bajo costo.

Poco incentivo a la formalización

Dentro de las principales razones por las que no se formalizan los emprendedores se encuentran que no ven el beneficio de hacerlo —44%—, lo caro que es operar formalmente —17.8%— y no saber cómo hacerlo —17.6%—.

En opinión de David Casasola, investigador del proyecto GEM en Guatemala, la formalización de los negocios se asocia a que ganen escalabilidad, puedan exportar o atraer inversiones, “pero en Guatemala lo que se volvió la regla y no la excepción es operar sin registrar los negocios”, afirmó.

Al analizar el comportamiento de los emprendimientos en fases tempranas y aquellos con bases establecidas en el tema del registro, se observó que quienes se encuentran en fases muy tempranas de formación y tienen menos de tres años y medio de estar operando, solo el —35%— se registró, versus el —64.6%—, que opera de manera informal; pero cuando supera el valle de la muerte —más de tres años— y siguen la vía de la formalidad, el comportamiento de informalidad baja en 48%.

“Es ahí donde vemos la importancia de garantizar la operación de los negocios y generen tracción en el tiempo, al contrario, de quienes no se registran”, expresó. El desafío a superar entre los emprendedores es que vean el beneficio de la formalidad y ampliar la base tributaria.

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Brecha de empleo

Emprender un negocio se ha convertido en la respuesta principal para generar ingresos para aquellas personas que no encuentran un empleo formal y no se arriesgan a migrar ilegalmente a los Estados Unidos.

En los últimos siete años el déficit de empleo formal en Guatemala ha aumentado en un millón de plazas de trabajo. Por lo tanto, emprender un negocio ha dejado de ser una decisión pasajera para generar ingresos y se ha convertido en una apuesta permanente, dijo De Zelaya, directora del proyecto GEM en Guatemala.

El reporte indicó que del total de personas que aportan la mayoría de los ingresos para sus hogares, el 53.3% los generaba emprendiendo un negocio.

Casasola señaló que previo a hablar sobre reactivación económica en el país se debe analizar que el tema del empleo no se encontraba en sus mejores momentos previo a la pandemia y uno de ellos es la creación de oportunidades de empleo formal.

Existe una brecha entre la cantidad de empleos formales en el país y la cantidad de personas que cada año están en búsqueda de una oportunidad laboral, esa brecha se ha incrementado; y entre el 2012 y 2019 creció en 1 millón de plazas de trabajo y con ese déficit se empezaron a experimentar todos los efectos derivados de la pandemia, destacó el investigador.

Negocios con enfoque local

Los resultados del Monitor Global de Emprendimiento (GEM) 2019-2020 indican que en Guatemala existen 2.7 millones de emprendedores, la mayoría son hombres —44.5%—; se ubican entre los 18 y 24 años; 5 de cada 10 son universitarios; y el 48.7 tienen padres emprendedores.

Además, 7 de cada 10 negocios pertenecen al sector económico del consumo y una proporción similar (71%) atiende clientes que se ubican en la comunidad o municipio en donde vive el emprendedor.

 

 

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