Comunitario

Esperanza en zona de adyacencia

Las comunidades en la zona de adyacencia en Petén son de las más alejadas de las áreas urbanas, por el difícil acceso en los caminos rurales. Esa situación ha generado pobreza en las familias, carencia de servicios como agua entubada y energía eléctrica, así como la ausencia del Estado guatemalteco.

Teresa Alonso y María Ramos, junto a sus hijos, en San Marcos, se integrarán al programa de huertos productivos. (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián)

Teresa Alonso y María Ramos, junto a sus hijos, en San Marcos, se integrarán al programa de huertos productivos. (Foto Prensa Libre: Edwin Bercián)

La población se dedica a sembrar maíz y frijol, lo cual las obliga a talar árboles en áreas protegidas para desarrollar sus cultivos. El clima del lugar y la agricultura de subsistencia son causa de precariedad alimentaria.

Desde hace un tiempo, la asociación Balam trabaja para mejorar las condiciones de vida, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores y la cooperación internacional.

La iniciativa consiste en que las comunidades tengan cultivos alternativos para mejorar la alimentación. Monte Los Olivos, San Marcos y Brisas de Chiquibul planean replicarla en La Rejoya, San José las Flores, El Carrizal, El Arenal, El Rondón y La Esperanza.

Bajo la dirección de Byron Castellanos, Balam impulsa en Petén programas de nutrición, becas, incentivos forestales y organización comunitaria.

Entre los proyectos figuran cultivos de xate, cardamomo, cacao y otros en aldeas de la zona en disputa. Las evaluaciones de la organización indican que los habitantes en el sur de Petén son los más vulnerables, por los altos indicadores de deforestación, daño ambiental, destrucción de fuentes de agua y falta de empleo.

“La consecuencia es que sean más pobres porque los cultivos ya no se dan; promovemos cultivos agroforestales”, enfatizó Castellanos.

Cambian vidas

De acuerdo con el canciller, Carlos Morales, la producción de hoja de xate es un avance, porque se logra vender a buenos precios. Además, los pobladores han recibido gallinas y gallos.

“Quería dar xate a todas las familias, pero es un proceso de cambio cultural porque siempre han sembrado maíz y frijol. Ellos insisten en eso, pero los hace más pobres”, expuso Morales. La última visita del canciller fue el 13 de mayo, cuando puso como condición no seguir quemando bosque para ampliar los sembradíos, pues es área protegida de la Reserva de la Biosfera Maya.

Logros impactan

“Hay respuesta positiva. El modelo es exitoso y hay 16 comunidades del área de adyacencia que quieren unirse”, afirmó Castellanos.

Aunque la región volvió a la atención pública debido a agresiones de soldados beliceños contra campesinos guatemaltecos, en la iniciativa también ha colaborado ese país vecino, pues autorizó la extracción de agua de un manantial que se encuentra en la zona que administra.

La Organización de Estados Americanos (OEA) está en proceso de contratación de una empresa para captar y distribuir agua a las familias, manifestó el canciller.

Los fondos han provenido de una donación gestionada por Morales con la Unión Europea y España, por US$230 mil —aproximadamente Q1 millón 794 mil—, que son administrados por la OEA y ejecutados por Balam, en la zona de adyacencia.

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