El sitio electrónico del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) empezó a registrar estos hechos desde el 2012. De ese período a abril último reportó 217 víctimas. De esos restos encontrados, 140 corresponden a hombres y los otros 77, a mujeres.
El año en que más desmembrados se registraron fue el 2016, con 61 casos, cifra que duplicó la reportada un año antes (36). Al hacer la diferencia entre víctimas de ambos sexos el año pasado, se observó que aumentó la cantidad de mujeres desmembradas, de 13 a 27, y la de hombres se redujo de 22 a 13. En los reportes de los dos años, dos personas no fueron identificadas.
Los autores
Investigadores del Ministerio Público y de la Policía manifestaron que más del 90 por ciento de los casos podrían ser atribuidos a pandilleros. Además, se cometieron en sectores del área metropolitana —Guatemala, Chinautla, San Pedro Ayampuc, Villa Nueva y Sacatepéquez—.
Agregaron que la mayoría de víctimas eran miembros de la misma pandilla o de una contraria. Pocas eran personas ajenas a esas estructuras.
“Ambos grupos lo hacen por satisfacción, poder e intimidación a la población y a los nuevos integrantes, principalmente a las mujeres. Aunque los más sanguinarios para hacerlo son las células del Barrio 18”, informó el fiscal contra las Extorsiones.
Explicó que la saña es mayor contra las mujeres, pues en esos grupos son vistas como objetos y no como seres humanos. “En la línea superior de la jerarquía de las pandillas no hay ninguna mujer. Ellas no pasan de ser sicarias, colaboradoras o banderas; nunca llegan a tener un liderazgo. Es evidente que prevalece el machismo”, detalló.
Violadas
El fiscal comentó que algunas de las mujeres son violadas antes de ser desmembradas. “Recién hubo una condena contra varios pandilleros por un hecho donde el Inacif comprobó que ellas fueron violadas y desmembradas vivas”, detalló.
Jorge Aguilar, portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC), afirmó que es difícil determinar si las mujeres fueron violadas porque “muchas” de las víctimas han mantenido una relación sentimental con algún pandillero.
Al igual que el MP, comenta que las investigaciones han revelado que algunos de los vejámenes son cometidos cuando las víctimas aún están vivas.
El criminólogo Emmanuel Rivera coincidió en que los crímenes se relacionan con pandilleros y se cometen contra rivales y sus miembros, por una lucha de poder. Añadió que también son un rito con los nuevos integrantes, como método para imponer temor.
“Otro aspecto está relacionado con las extorsiones. Después de desmembrar, los restos son abandonados en determinada área o punto de extorsión, con el fin de intimidar a los propietarios de negocios para que hagan los pagos”, aseveró el experto.
Rivera indicó que en muchos de los casos se ha determinado que los hombres también fueron violados y abusados sexualmente. “Los informes del Inacif han evidenciado las violaciones en hombres desmembrados. Está claro que así como impera el machismo dentro de las células, también existe el homosexualismo”, dijo.
Refirió que las zonas o puntos rojos donde más ocurren estos hechos son San Miguel Petapa, San Pedro Ayampuc, Chinautla y Guatemala.
En marzo último fueron abandonados los restos de dos mujeres en la ruta de Bárcenas, Villa Nueva, a Milpas Altas, Sacatepéquez. Unas dos semanas después, en el mismo lugar, abandonaron más partes humanas.