Aunque el porcentaje relativamente puede considerarse normal, se vio fuertemente afectado por una decena de instituciones cuya capacidad de gasto fue muy baja y registró niveles del 60 al 11 por ciento de ejecución.
Las entidades descentralizadas son instituciones públicas que cumplen ciertas funciones gubernamentales y que por su condición jurídica y responsabilidades poseen cierto grado de independencia.
Se caracterizan porque existe un traslado de competencias desde la administración central del Estado —de cualquiera de los tres poderes— hacia nuevas personas jurídicas, se les dota de personalidad legal, poseen patrimonio propio y tienen libertad de gestión.
Además, no dependen jerárquicamente de la administración central, sino que son tuteladas por esta a través de cualquiera de sus tres poderes. Por último, se basan en el principio de autonomía financiera, es decir que manejan sus propios recursos.
En total, el Sicoin da cuenta de 92 de estas instituciones que tuvieron gasto el año pasado. Algunas destacan por haber ejecutado entre el 95 y el 100 por ciento de su presupuesto vigente, entre éstas el Consejo Nacional de Adopciones, el Consejo Económico y Social de Guatemala, la Oficina Nacional de Prevención de la Tortura o el Instituto Nacional de Administración Pública.
En contraparte, hay otras cuya ejecución fue muy baja. Algunas ofrecieron explicaciones muy lógicas, mientras que otras prefirieron no emitir comentarios.
Las más bajas
En el fondo de las entidades descentralizadas que presentan peor ejecución están el Comité Permanente de Exposiciones (Coperex), con una ejecución del 11%; el Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua), 31.79%; la Empresa Portuaria Quetzal (EPQ), 47.76% y la Agencia Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica (Anadie), 51.31%.
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Conamigua explicó recientemente que en 2021 reprogramó el plan operativo anual pues el que dejaron las autoridades anteriores no era funcional con las necesidades de atención para los deportados. No obstante, destacó que la ejecución del 2021 es una de las más altas de los últimos años.
Las otras instituciones no respondieron a una solicitud de comentarios que les hizo Prensa Libre.
Otras entidades
En la lista de entidades descentralizadas que presentan menor ejecución presupuestaria sigue el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), con 56.97% al finalizar el 2021. Del total de los recursos gastados —Q122.1 millones— más del 50% —Q66.3 millones— se gastó en sueldos, cuotas patronales y prestaciones laborales, así como en dietas y gastos de representación.
El Inguat indicó que durante el 2021 dejó de percibir ingresos por Q58.7 millones, por lo que tenía dsponible para gastar Q155.7 millones. Tomando en cuenta los datos reales, aseguró, la ejecución del año cerró en 78.4%.
“El Inguat definió los egresos de acuerdo la recaudación real, privilegiando la ejecución con transparencia y responsabilidad en atención primaria a los gastos fijos de funcionamiento”, expuso Julio Oliva, director administrativo y financiero de la institución.
Enseguida se encuentra la Escuela Nacional Central de Agricultura (Enca) que en 2021 tuvo un presupuesto de Q97.2 millones, de los cuales utilizó Q58.4, equivalente a 60%. Al igual que en el resto de las instituciones, la mayoría de los gastos estuvieron relacionados al pago de remuneraciones al personal, 57% de lo ejecutado.
Responsables de la Enca declinaron dar comentarios vía telefónica. Una secretaria indicó que era necesario hacer una solicitud por escrito para pactar una entrevista presencial con las personas indicadas que explicaran la baja ejecución.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) es otra de las entidades descentralizadas que no tuvo capacidad de gastar todos los recursos que le asignaron el año pasado. De Q389.5 millones ejecutó 60.9% de su presupuesto; es decir, Q237.3 millones.
Esta institución tampoco quiso hacer comentarios por teléfono. La oficina de Comunicación indicó: “como son cuestiones financieras” se debe hacer una solicitud vía la Ley de Acceso a la Información Pública.
Uno de los principales retos que tendrá el TSE este año será ampliar las posibilidades de votar en el 2023 para los guatemaltecos que radican en el extranjero. En 2021 contaba con Q42.9 millones del programa actualización de residencia electoral a escala nacional y en el extranjero, pero solo utilizó Q15.2 millones, poco más del 35%.
Tecnificar la agricultura
La siguiente entidad que, según el Sicoin terminó con poca ejecución, fue el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (Icta), con 64.5%. Esta institución comenzó el 2021 con Q27.1 millones, durante el año se le hicieron transferencias por Q38.2 millones para un total de Q70.1 millones. De estos solo pudo ejecutar Q42.1 millones.
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El coordinador financiero del Icta, Marlon Leiva, explicó que hasta noviembre pasado la institución había ejecutado 79% de sus fondos, pero que “se vino abajo” porque en diciembre el Ministerio de Agricultura les trasladó Q20.5 millones, de tres convenios que se firmaron en el 2019 para la producción de semillas mejoradas, los cuales ya no se pudieron ejecutar.
Leiva indicó que esos fondos se utilizarán para la producción de dichas semillas durante este año y el 2023 con lo cual se cumplirán los convenios.
Dijo que el retraso en la entrega de fondos se debió a que “no había cuota” del Ministerio de Finanzas. Añadió que no recibir los recursos afectó el desenvolvimiento del Icta porque, al quedarse solo con recursos propios, se sembró menos semillas de la que habian planeado.
El Comité Nacional de Alfabetización (Conalfa) también ejecutó pocos recursos. Al final del 2021 gastó 65.53%. Es decir, que de Q284 millones erogó Q186 millones. El 90% se utilizó para el pago de sueldos, salarios y otras remuneraciones al personal.
Conalfa también ofreció comentarios, pero al cierre de esta nota no había respondido.