Internacional

<strong>El mundo recibe el 2016 perturbado por climas extremos</strong>

El mundo recibe el 2016 perturbado por fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones en Sudamérica, Inglaterra o Estados Unidos, las temperaturas por encima de cero en el Polo Norte, la nieve en México o una ola de calor en Australia.  

Las temperaturas en el Polo Norte son anormalmente cálidas, de entre 0 y 2 ºC, y superiores en por lo menos 20 grados al promedio habitual a causa de una poderosa y violenta depresión que afecta el Atlántico Norte.

    El rtico es la región del globo más afectada por el cambio climático, con temperaturas actualmente superiores en por lo menos 3º al nivel de la era preindustrial.

    Sin embargo sería prematuro vincular de manera exclusiva y directa esas altas temperaturas con el cambio climático, advierte Natalie Hasell, meteoróloga del ministerio canadiense de Medio Ambiente, e insiste en que los científicos no basan sus conclusiones en anomalías puntuales.

    La depresión que afecta al Atlántico Norte también trajo una Navidad particularmente cálida en el este de Canadá  (15,9º el 24 de noviembre en Montreal, donde habitualmente se avecinan los -10º) . En los días siguientes hubo importantes caídas de nieve en la mitad del país.

    Normales en Canadá, las nevadas sorprendieron a los mexicanos en este fin de año en el Estado de Chihuahua, cerca de la frontera con Estados Unidos.

Los norteamericanos padecen a su vez una serie de tornados e inundaciones que dejaron al menos 49 muertos en Estados centrales y del sur. El caudaloso Misisipi ya superó en cuatro metros su nivel de desborde en ciertas zonas, mientras espectaculares tornados devastaron partes de Texas.

    Gigantescas inundaciones causaron decenas de miles de evacuados en Argentina, Brasil y Uruguay, donde los servicios de meteorología siguen pronosticando más lluvias para enero.

    Estos episodios meteorológicos se deben al fenómeno El Niño, particularmente potente este año, acentuado probablemente por el cambio climático, según los científicos.

    El Niño es un fenómeno natural pero el episodio actual “es probablemente el más potente registrado en los últimos 100 años” , destaca Jér me Lecou, un meteorólogo francés.

    “No existe una respuesta sencilla”  para explicar los fenómenos excepcionales, a veces mortíferos, observados tanto en Europa como en Estados Unidos, Australia y América Latina, destaca.

    En Australia, una ola de calor causó importantes incendios forestales y se espera que las temperaturas alcancen 38º en el sur del país.

Clima en Europa altera naturaleza

 El clima cálido muy poco común de este invierno en Europa ha perturbado la naturaleza, con plantas, insectos y animales convencidos de que la primavera está a la vuelta de la esquina.

    Los narcisos florecían en Londres, los ciruelos en Milán y los espárragos bajo tierra insistían en salir en el este de Francia.

    La alteración de los patrones climáticos hizo que hubiera fresas en los menús festivos de Francia, más animales en los bosques de Alemania para la caza y que en Italia se viesen madurar excepcionalmente tomates por tercera vez este año en los balcones.

    Estas raras condiciones climáticas en invierno están relacionadas con tendencias más inquietantes y tanto científicos como jardineros temen que este año refleje una “nueva normalidad” , consecuencia del cambio climático global.

Más de dos mil incendios forestales devastaron grandes zonas del norte de España en las últimas semanas, debido a un clima anormalmente cálido y a los fuertes vientos.

    Los agricultores de toda Europa se enfrentan a consecuencias difíciles de predecir: mientras aumenta la producción de algunos cultivos, otros pueden reducir los rendimientos y permitir que las plagas prosperen más adelante, a falta de una ola de frío que las mate.

    “Es raro ver cómo algunas plantas ya están preparadas para florecer” , dijo Hans-Jurgen Packheiser, un apicultor de 76 años de Halver, en la región alemana Renania del Norte-Westfalia. “Algunas abejas de mis colmenas ya están fuera y buscando néctar. Piensan que el invierno ya ha acabado” .

    En la región de Dordoña  (suroeste de Francia) , los productores de fresas se sorprendieron al ver plantas dando frutos hasta Navidad. “Incluso mi suegro, que ha estado produciendo fresas desde 1956, no ha visto nunca nada igual” , dijo Patricia Rebillou, la presidenta de la asociación de productores locales.

    En Alsacia, el jardinero aficionado René Wolfhugel pudo cosechar suficientes espárragos para la cena de fin de año, cuatro meses antes de lo normal para este vegetal que tradicionalmente llega en primavera. “Cuando vi las puntas empujando para salir, casi no podía creer lo que veía. Tuve que llamar a mis vecinos para que vinieran a verlo” , contó Wolfhugel a la  AFP . “Era excelentes, tan buenos como en primavera” .

Huevos todo el año

Para el horticultor francés Jean-Louis Durrieux, la alteración de los ritmos estacionales es preocupante. “He estado haciendo esto durante 30 años y nunca he visto lechugas tan avanzadas en esta época del año. La hojas de ensalada que normalmente no cosechamos hasta mediados de enero estaban listas a principios de diciembre” , explica.

    Con estas condiciones en toda Europa, el resultado es un exceso de plantas listas para cosechar. En el caso de Durrieux no le quedó más remedio que tirar el 60% de sus plantaciones de octubre.

    Lo mismo pasó con las plantas silvestres u ornamentales. En la Costa Azul francesa y en el País Vasco, entre España y Francia, las mimosas que normalmente no florecen hasta finales de enero estaban ya en plena floración.

    “Están espléndidas este año” , dijo Valerie Torres, una cultivadora de Bormes Les Mimosas. “Pero la temporada va a ser corta para ellos porque no se venden muy bien en Navidad” , aseguró.

    Las fucsias salvajes, que normalmente dejan de florecer en otoño en la costa atlántica de Reino Unido e Irlanda, se mantiene en plena floración en la isla de Islay, en la costa oeste de Escocia, donde Steve y Mary Bavin están a la vez encantados y asombrados de ver a sus gallinas volver a poner huevos.

    “Está bien tener huevos frescos en invierno, pero también es preocupante porque junto a las temperaturas más altas parece que también tenemos más lluvias y viento” , dijo Steve Bavin.

    En Francia, Stephane Longuepez, un funcionario de la ciudad de Lille, en el norte del país, no está contento con la primavera precoz. “Es fácil pensar que con el buen tiempo, todo crecerá mejor. Pero bulbos como los tulipanes no podrán florecer todos este año porque necesitan un invierno frío para su desarrollo, que no han tenido” , lamenta.

   

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