
“Ante el pesebre, comprendemos que lo que alimenta la vida no son los bienes, sino el amor; no es la voracidad, sino la caridad; no es la abundancia ostentosa, sino la sencillez que se ha de preservar”, afirmó el papa.
“Una insaciable codicia atraviesa la historia humana, hasta las paradojas de hoy, cuando unos pocos banquetean espléndidamente y muchos no tienen pan para vivir”, puntualizó.
Francisco dijo que “se debe superar la cima del egoísmo” y “es necesario no resbalar en los barrancos de la mundanidad y del consumismo”.
“Ante el pesebre, comprendemos que lo que alimenta la vida no son los bienes, sino el amor; no es la voracidad, sino la caridad; no es la abundancia ostentosa, sino la sencillez que se ha de preservar”, dijo.
“¿Necesito verdaderamente tantas cosas, tantas recetas complicadas para vivir? ¿Soy capaz de prescindir de tantos complementos superfluos, para elegir una vida más sencilla?”, preguntó el Papa.
Concordia y reconciliación
Además, rogó para que “delante del Niño Jesús, los habitantes de la querida Nicaragua se redescubran hermanos, para que no prevalezcan las divisiones y las discordias, sino que todos se esfuercen por favorecer la reconciliación y por construir juntos el futuro del país”.
Contenido relacionado
Nicaragua expulsa a misiones internacionales de derechos humanos
Dueño de televisora cerrada en Nicaragua es acusado de “terrorismo”
Venezuela queda aislada luego de polémica elección