MIRADOR
#AhoraSiTeTocaMAN
La detención de Manuel Baldizón en USA marca un hito trascendental en la lucha contra la corrupción. El hecho de que el comunicado de Cicig incluya a Sinibaldi, revela la compleja red de mafias concurrentes de las que se ha hablado por años y certifica que hay un importante grupo de políticos que actúan a través de estructuras de crimen organizado. Los malvados no están por salir de ese círculo criminal y actualmente la mayoría de diputados procedentes de Líder, PP, UNE o FCN son parte de ese entramado. Por el bien del país, espero que quienes creen honestamente que esto es una guerra ideológica terminen aceptando una realidad que obnubila el pensamiento. ¡Despierten, salgan de su obcecación y ceguera!
Baldizón es uno de los estafadores políticos más inescrupulosos de los últimos años. Un malhechor tosco que, desde el poder y arropado por estructuras delincuenciales, estuvo a punto de secuestrar el país, prostituir la política aún más y destruir la poca dignidad que queda en esta parte de la región. Estableció un consorcio de medios —cuando pensó que “le tocaba” en aquel futuro que visualizaba suyo—, con el fin de desacreditarnos a muchos con información falsa y hacerse de una organización para acaparar —o blanquear— dinero, promover mensajes amañados y destruir credibilidad y reputación. Se asoció a otros bandidos —como Sinibaldi— y desde su cargo aprobó fondos para una Usac que debería abochornase del título de “doctor” que le concedió, pero también para programas que terminaron en sus empresas y que hoy son perseguidos por la justicia. Atrajo la atención de mucha gente que ahora cobardemente calla cuando hace apenas dos años lo aclamaba y alentaba a que fuera “su próximo presidente”. Enlazó con medios de comunicación como Vea Canal, en cuyas instalaciones funcionó una sede del partido Líder y desde donde se han difundido programas arreglados para desprestigiar a todo aquel que molestara al petenero. Contó con la complicidad de políticos como Giordano, Coro, Medrano o Edwin Escobar, quien vestido de rojo apoyó el proyecto y contribuyó en aquella vigilia de Líder contra la justicia con hamburguesas pagadas en efectivo por una concejal suplente de Villa Nueva. Fue binomio electoral de un infractor confeso —su vicepresidenciable Edgar Barquín—, cerebro de argucias para descalificar a quien estimaran oportuno y condenado a dos años de prisión por tráfico de influencias.
En mayo de 2015 escribí una columna de opinión en este mismo medio, titulada Señalo y acuso, en la que retaba al ahora detenido para que intentara probar algo de cuanto me acusaba en sus medios. De ser cierto —decía yo— abandonaría el país, pero de no serlo debería ser él quien lo hiciera. El tiempo me dio parcialmente la razón cuando al perder las elecciones salió huyendo de Guatemala. Parece ser que a partir de hoy, y en el corto plazo, los dos permaneceremos aquí. Usted, Manuel Baldizón, en la cárcel, impedido de seguir haciendo el mal; yo disfrutando mi libertad. Por fin “#LeTocó”, aunque seguramente no era la idea que usted tenía de su “prometedor” futuro.
No es muy piadoso, pero me alegro de que la familia, amigos y seguidores de Baldizón comprendan la calidad moral de ese turbio personaje y los míos —además de quienes todavía encuentran eco en redes para aquellas fabricadas difamaciones— reflexionen y se liberen del daño cruel que intentó hacernos. ¡La justicia llega, MAN!
Este no es el final, así que prestemos atención e identifiquemos a quienes siguen promoviendo discursos golpistas y mensajes inútiles pagados en redes, radio o TV.
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