IDEAS
¡A mandar se ha dicho!
Se llegó el día en que escogeremos nuevos mandatarios —sí, mandatarios, no gobernantes— y según la encuesta publicada ayer por Prensa Libre, el 48 por ciento de las personas todavía no tiene claro por quién va a votar. Es importante que, a pesar de todos los problemas, vericuetos y sinsabores que ha tenido este proceso, todos participemos y hagamos escuchar nuestra voz. ¡No se quede callado! ¡Participe y vaya a votar!
Primero, hay que entender que los funcionarios que escogeremos este domingo no son nuestros “gobernantes” como muchos con mentalidad servil piensan. Ellos son nuestros mandatarios. Un mandatario es una persona que recibe un mandato —una orden— de su mandante. Nosotros somos los mandantes, los funcionarios electos son los mandatarios. Nosotros somos los jefes, ellos nuestros subalternos. Nosotros somos quienes les damos un mandato, ellos son quienes tienen que obedecer y ejecutar ese mandato.
Al entender esto, debemos tomar conciencia de la importancia del mandato que vamos a emitir este domingo. Y aunque las encuestas generalmente se centran en los binomios presidenciales, no son los únicos mandatarios a los que vamos a elegir. En un país de tradición presidencialista como Guatemala, se les da tanta importancia a los candidatos a la presidencia del Ejecutivo, precisamente por esa mentalidad servil de que será “el señor presidente”. Nada que ver. Recuerde, desde el presidente del Ejecutivo, para abajo, todos los empleados públicos son sus empleados y, por si queda duda, usted les paga su sueldo y todo lo que se roban.
Yo considero que es más importante el mandato para quienes nos deberían representar en el Organismo Legislativo, porque allí es donde se pueden realizar los cambios de fondo que se necesitan para alejarnos del corrupto sistema benefactor mercantilista que tanto daño nos ha ocasionado.
Digo que nos deberían representar porque en la realidad no votamos por ellos, el mismo sistema corrupto nos obliga a votar por los partidos, no por los candidatos, y los dueños de los partidos se vuelven los mandantes. Con los castrantes cambios que se hicieron a la LEPP, los diputados nos arrebataron lo poco de mandantes que nos quedaba, con el contubernio de muchos tontos útiles.
' Si votamos por los candidatos adecuados, quizá se puedan empezar a dar los cambios necesarios.
Jorge Jacobs
Pero, aún así, albergo la esperanza de que, si votamos por los partidos que llevan los candidatos adecuados, quizá en la próxima legislatura se puedan dar los cambios necesarios para empezar a enderezar el rumbo. Así que le invito a que reflexione mucho, especialmente por los votos que emitirá para el Legislativo: la lista distrital y la lista nacional de diputados. Tiene dos votos, dos mandatos, no los desperdicie. Se puede empezar a cambiar el sistema si meditamos bien nuestro voto.
Por supuesto que la tarea no termina allí. Aunque los dueños de los partidos quieran apropiarse de su mandato, usted ignórelos, hágales ojitos de cangrejo y haga responsable a su mandatario —el diputado por el que usted votó— del mandato que le confió. Lo que quiere decir que hay que velar todo el tiempo porque su mandatario ejecute el mandato que usted le dio.
También el alcalde de su localidad es su mandatario, al que más cercano tiene y sobre quien mejor control puede usted tener. Por último, están los diputados al Parlacén. A esos el único mandato que vale es mandarlos a su casa, así que en esa boleta le recomiendo que vote nulo. Igual serán electos, pero por lo menos que no recaiga sobre usted la culpa.
Así que, piense bien su mandato, y vaya a emitirlo este domingo. Pero recuerde que tiene que velar los próximos cuatro años porque sus mandatarios cumplan lo que usted les ordenó.