EDITORIAL

Heroísmo cotidiano

En una de las piezas periodísticas de la edición de hoy se presenta un fotorreportaje de personas que ante el desempleo y la penuria económica optan por disfrazarse de superhéroes de historietas y películas para obtener algún ingreso por medio de la toma de fotografías o ejecución de mímicas y acrobacias en las calles. En el día a día es difícil conocer la identidad de estos guatemaltecos que luchan con ingenio contra la crisis.

Pero esa batalla escenificada constituye un perfecto símil respecto de otros esfuerzos heroicos para vencer dificultades y aportar a la mejora familiar, comunitaria y nacional. Son héroes sin ínfulas que no buscan reflectores ni propaganda, sino el avance del país que comienza desde su radio concreto de acción. Son heroínas que tienen un traje laboral, un uniforme o una indumentaria cotidiana con la cual se enfrentan a los rezagos del desarrollo, a los abandonos gubernamentales, a las desidias burocráticas y a las indiferencias inerciales que con lamentable frecuencia sugieren acomodarse a pensar que ya nada puede cambiar.

Cabe decir en este 20 de marzo, en que se propone conmemorar el Día Mundial de la Felicidad, que estos héroes de la vida real enfocan su realización personal a través de procurar felicidad, bienestar y mejora para otros, en un círculo virtuoso que no puede falsificarse o fingirse. Paradójicamente, cualquier máscara para fines politiqueros, promocionales o egolátricos cae por su propia liviandad.

Hay heroísmo en los padres y madres de familia que salen de casa antes que el sol, en busca del sustento honrado para su familia; en los maestros íntegros y totalmente comprometidos con el futuro de niños y jóvenes; en el personal médico y de apoyo hospitalario que continúa el servicio a la población a pesar de los continuados problemas de abastecimiento de insumos y medicamentos. Hay heroísmo en el emprendedor que abre su negocio físico o digital, en el empresario que invierte para generar oportunidades laborales y en el productor agrícola que se enfoca en la excelencia productiva para el mercado interno o para la exportación. Usted, que se desempeña con integridad ciudadana, cumple sus obligaciones y se esfuerza por la mejora personal como única vía para transformar familia, empresa y nación se encuentra en una silenciosa pero ejemplar esfera heroica de incalculable alcance.

Los héroes luchan en un entorno adverso causado por acciones o asaltos, extorsiones, imprudencia vial, tráfico de influencias, cohechos, mentiras y, sobre todo, la incoherencia de figuras públicas que declaran una cosa, incluyendo arengas pietistas, pero hacen otra, y encima quieren aplauso, adulación y pasar a la historia como próceres.

Algunas teorías semióticas del siglo XX identificaron en los superhéroes de historietas un metamensaje ideológico referente a la imposibilidad de cambiar la realidad social si no es con fantasiosos superpoderes. Es posible que haya indicadores que se correlacionen con esta interpretación, pero también es posible, cierto y confirmado que existen personas con cualidades y defectos —como todos— que lideran el cambio con un poder al alcance de todos: voluntad.

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