EDITORIAL

Trepidante 2023

Guatemala ha vivido un año de elecciones, de decepciones, de acciones, reacciones y contradicciones. Las conductas, las ambigüedades y también las animadversiones de ciertos funcionarios han puesto de relieve las intenciones y conflictos de interés que de otra manera no hubiesen aflorado. La crisis política suscitada a causa del asedio judicial del Ministerio Público en contra de los resultados electorales puso y tiene aún a prueba a las instituciones, a sus titulares o suplentes, según el momento.

Hablaron no solo los discursos, sino también los silencios, los omisos y las lavadas de manos, expresiones tácitas que a menudo fueron más que elocuentes y reveladoras de vasos comunicantes. La Corte de Constitucionalidad le puso la tapa al pomo el 14 de diciembre último, es decir, hace apenas dos semanas, al dictaminar que se debe efectuar sin dilación ni pretexto alguno la toma de posesión de todas las autoridades electas para alcaldías, diputaciones, Presidencia y Vicepresidencia de la República.

Guatemala habló fuerte y claro el 25 de junio y 20 de agosto. A alguno o a muchos grupos puede no gustarle del todo los resultados, pero ese es el camino de la democracia. En todo caso han sido los incumplimientos y desatinos del oficialismo, actual y anterior, los que precipitaron resultados, rechazos y hasta clausura de partidos que no lograron el mínimo de sufragios, tal el caso de FCN-Nación —anterior partido de gobierno—, que desaparecerá junto con el Humanista, Movimiento para la Liberación de los Pueblos, el vetusto PAN y otros.

La libre emisión del pensamiento se irguió nuevamente como la garantía fundamental para el estado de Derecho, vehículo fundamental para trazar puentes de entendimiento, aunque ciertos grupos insistieron en acicatear la polarización, pues menosprecian la aguda inteligencia del guatemalteco, que analiza acciones y resultados, trayectorias, trasfondos y conexiones. La era digital permitió a los guatemaltecos observar el devenir de sucesos públicos. La prensa independiente continuó con su labor profesional, la cual está bajo el escrutinio diario de la ciudadanía, a quien se debe.

En el plano productivo, desde la empresa micro hasta la más grande cierran un año de fuerte esfuerzo por mantener la competitividad a flote. La búsqueda constante de innovación, la génesis de emprendimientos, la búsqueda de nuevos mercados internacionales y el innegable aporte de los migrantes guatemaltecos a través de remesas se configuran como la cuarteta de factores que potencian el desarrollo económico a pesar de las deficiencias en infraestructura y la desidia legislativa.

Los deportistas guatemaltecos son quienes mejor ilustran el esfuerzo nacional a contracorriente. Aunque continúa la suspensión olímpica del país y no hay visos de regularización de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024, los atletas nacionales lograron preseas. Por eso el atleta Alberto Sánchez, ganador de la medalla de bronce en los 10 mil metros en los Juegos Panamericanos, fue designado Personaje Deportivo del 2023, porque ha superado muchos obstáculos para cumplir su sueño y competirá en París. Sueña con lucir los colores nacionales en la inauguración, y ese anhelo merece el esfuerzo por hacerlo factible en el nuevo año.

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