DESARROLLO DE PAÍS
El Congreso es la representación del pueblo
El Organismo Legislativo es la representación soberana del pueblo. Tiene la potestad para hacer leyes que favorezcan el desarrollo integral del país buscando favorecer el bien común de los habitantes. El Honorable Congreso de la República de Guatemala —el nombre oficial— está conformado por 158 diputados, que son electos cada cuatro años y que pueden reelegirse. Son dos los periodos de sesiones por año: 1) del 14 de enero al 15 de mayo y 2) del 1 de agosto al 30 de noviembre. La fundación oficial tuvo lugar el 11 de octubre de 1825, pero el 11 de marzo de 1945 obtuvo su denominación actual. El Congreso de la República se rige por la Constitución Política de la República de Guatemala y por la Ley Orgánica del Organismo Legislativo.
En Guatemala siempre hay debate ciudadano de cómo debe elegirse a los diputados, cuándo deben elegirse, cuántos deben ser, eliminar o no el listado nacional, entre otros temas. También hay debate sobre la edad mínima de los diputados, de escolaridad mínima, del salario, de las prestaciones, de las funciones y algunos temas adicionales. En mi opinión es importante que los ciudadanos nos involucremos cada día más en el acontecer nacional, pero es más importante entender cómo funciona cada organismo de Estado, para que la crítica sea más sólida y, ojalá, con propuesta.
Lo que es cierto es que el Congreso, cuando la mayoría la tenían los partidos políticos que gobernaban —gobierno DCG, gobierno PAN, gobierno FRG—, era ágil. Algunas leyes han sido importantes y otras no. También es cierto que cuando no han tenido mayoría los partidos en gobierno ha habido distintas historias y resultados. En mi mente hay dos muy claros: el pleito del presidente Serrano con el Congreso, que resultó en el fallido autogolpe, y la cantidad de interpelaciones del extinto partido Líder durante el gobierno del Partido Patriota. En materia legislativa de esas dos legislaturas, en mi análisis, se prestó a estancamiento del país en ambas ocasiones. Es importante en las democracias que haya pesos y contrapesos políticos.
Tengo amigos que han servido y sirven al país como diputados y son personas dignas de mi respeto, admiración y agradecimiento. También han servido y sirven otras personas que no conozco que lo han hecho dignamente. Pero también ha habido y hay diputados que son mal evaluados por la ciudadanía y que sin duda alguna lo ponen a pensar a uno en cómo tener un mejor Congreso. En mi opinión, tener un mejor Congreso pasa por dos asuntos: que participen o que participemos personas que queramos servir desde ese espacio al país, y que se modifique la Ley Electoral y de Partidos Políticos con varios objetivos, pero que por lo menos cubran dos: 1) que se organicen los partidos políticos de tal manera que sean instituciones políticas bien estructuradas —como en Estados Unidos, por ejemplo— 2) que se elija a los diputados directamente y no por listado. A mí me gustaría que la elección de diputados fuera a medio periodo de la gestión del Ejecutivo, pero entiendo que se necesitaría modificación en la Constitución Política de la República.
Hay otras leyes que necesitan revisarse y que deben mejorarse o modernizarse y que a mi juicio son claves para el mejor desempeño y transparencia de las instituciones públicas. La Ley de Servicio Civil, que tenga como gran objetivo la meritocracia —que los empleados públicos sean contratados y evaluados en base a méritos y no a compadrazgos ni a favores políticos. Una ley general de infraestructura vial, una ley que modernice las instituciones de salud pública y leyes de modernización financiera. Seguramente hay unas cuantas más.
Guatemala necesita reformas en la legislación. En el primer mundo es normal reformar leyes en la continua búsqueda de tener un mejor país.
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