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Inmunidad no es sinónimo de impunidad
Sin duda el derecho de antejuicio, que se establece en nuestra propia Constitución Política, no es más que un principio que ha sido retorcido y que evidentemente no funciona en un país de políticos inmorales y corruptos, ya que al establecer la inmunidad de numerosos funcionarios, solo se están imponiendo límites para que sean investigados, removidos de sus puestos, procesados y encarcelados.
La forma como se establece la inmunidad en Guatemala es una práctica que termina siendo una aberración porque ha sido un manto de impunidad, con la cual se han tapado los funcionarios argumentando que no pueden ser investigados mientras ocupen un puesto público. Cualquier persona con indicios de haber cometido un acto ilícito y sobre todo sí es un empleado del Estado debe ser investigado. En nuestro país la figura del antejuicio es un componente que ha contribuido al sistema de corrupción existente.
En otros países los presidentes o funcionarios con una sola sospecha de haber cometido actos de corrupción o incluso hechos vergonzosos de índole sexual sin aferrarse al puesto, renuncian por coraje y dignidad al cargo que ostentan, no digamos si hay pruebas documentales o testimoniales de un hecho inmoral o de corrupción. Aquí nadie está dando golpe de Estado o dudando que el presidente fue electo popularmente, solo se está pidiendo que aclare su situación y se ponga a disposición de los tribunales para ser juzgado. Pero por esta razón esos países son del primer mundo y nosotros del tercero o cuarto mundo, al nivel que estamos ya.
Pero aquí la comisión de posibles acciones delictivas de los funcionarios, no les preocupa, no los frena ni los limita en su actuar, porque saben que en Guatemala se tapan con el manto de su inmunidad y esto les garantiza impunidad total. Es ya inaguantable que al elegirse cualquier funcionario tengamos que soportar a un individuo corrupto, ladrón, inmoral, inepto y arrogante que mientras está en el poder podrá hacer todo lo que quiera sin que nadie pueda detenerlo, y según ellos sin derecho siquiera a investigarlos, porque son intocables e inamovibles por haber sido electos popularmente, —léase presidente, vicepresidente, diputados y alcaldes—.
¿Cómo es posible que “una persona” como el alcalde de Ipala sale defecando en un video, hablando estupideces y al final nadie dice nada? El alcalde de Patulul salió en otro video que mostró un supuesto abuso a un joven, hasta hoy silencio total. ¡Todo se olvidó! Como siempre Guatemala el país de la “eterna amnesia”. A este nivel que estamos no podemos llamarnos una nación, ¿qué clase de ciudadanos ven estas aberraciones y lo toman como chistes? No podemos continuar siendo indiferentes y tomando las cosas a la ligera como hasta hoy.
Los diputados tendrán en sus manos el trámite de antejuicio contra el presidente Jimmy Morales, del que seguramente saldrá bien librado, porque una vez más lo salvarán a través de negociaciones oscuras donde prevalecerán los intereses personales de los legisladores antes que el bien de la nación. Y es justamente esto lo que debe hacernos reflexionar sobre un sistema inoperante que siempre termina burlando la justicia y los esfuerzos en la lucha contra la corrupción.
La comisión pesquisidora seguramente recomendará retirarle el derecho de antejuicio, pero aún así el pleno del Congreso lo protegerá una vez más, a pesar de las inminentes pruebas y del clamor popular. Pero, por favor, ciudadano ocúpese de ver como votarán los diputados y así se dará cuenta quienes son los enemigos de la justicia en este país.
Mientras exista inmunidad para los funcionarios, la corrupción seguirá viento en popa.
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