EDITORIAL

Un enorme drama de alcance insospechado

Hay un drama transversal a todas las penurias por las que pasan miles de habitantes de Guatemala, el cual interconecta la violencia, las dificultades económicas y la falta de oportunidades para la juventud, pero a la vez genera otras tragedias, porque desintegra hogares, deja hijos desamparados e historias personales fracturadas: la migración a Estados Unidos, que persiste, pese a todas las restricciones y endurecimiento de medidas en ese país.

Solo en el transcurso de este año se habla de la muerte o desaparición de más de 500 guatemaltecos que intentaron buscar un nuevo horizonte de vida en Estados Unidos, pero en el trayecto sufrieron algún accidente, fueron asaltados, no resistieron la travesía del desierto o sus familiares no saben nada de ellos, lo cual los hace temer un desenlace fatal mientras iban en pos de un sueño.

El drama no es nuevo, pero conforme la situación del país se complica debido a políticas erráticas y continuación de viejas prácticas, se acentúan los tintes trágicos del éxodo. Pese a las constantes campañas para detener el flujo migratorio, pueden más las penurias y el anhelo de luchar por otro destino para emprender tan incierta travesía.

Aunque este año se redujo en casi una tercera parte el número de migrantes deportados desde México y Estados Unidos, las cifras siguen siendo inaceptables si se toma en cuenta que de México fueron retornadas más de 31 mil personas y casi 30 mil fueron devueltas al país por las autoridades estadounidenses.

En total, este año fueron deportadas de esos países 60 mil 73 personas, y en el 2016 la cifra fue de 86 mil 611, pero debe insistirse en que son números preocupantes, puesto que debe ser mucho mayor la cantidad de quienes llegan y se quedan ilegalmente en aquel país, lo cual los somete a condiciones laborales precarias y quedan vulnerables a ser víctimas de explotación.

Los datos proporcionados por la Organización Internacional para las Migraciones arrojan que por cada mujer deportada de Estados Unidos retornaron nueve hombres, pero de la cifra total de devueltos también se registró un número significativo de menores no acompañados: 3 mil 860. Es todo un reto para las autoridades guatemaltecas y el sistema de protección de menores, que sigue prácticamente sin mayores cambios, al igual que otros factores que sirven de lastre al desarrollo nacional.

Esta situación ha tocado muchas sensibilidades y en un reciente especial de video de su gira Circo soledad, el cantautor guatemalteco Ricardo Arjona resumió bien la dimensión de esta tragedia. “Donald Trump está claro que no quiere a nuestros paisanos en Estados Unidos, pero a los que les toca defender la razón de nuestros paisanos en Estados Unidos están demasiado entretenidos con él y se olvidan de los saqueadores que a lo largo de nuestra historia han dirigido nuestros países y son los verdaderos culpables de que nuestros paisanos tomen la enorme decisión de pasar la vergüenza de solicitar papeles en un lugar donde no los quieren, por culpa de que no encontraron en su país el lugar que ellos pretendían para poder vivir”, expresa.

Un clamor de muchas personalidades, entre ellas el papa Francisco, pero que sigue cayendo en el vacío, porque no se ven señales de cambio.

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